“Siempre he tratado de bajarle los precios a los platos de comida, uno ve que hay personas que están peor que uno, aunque uno no tiene la gran cantidad, pero trato de ayudarle a la gente”, declaró Fátima Matínez.
Foto EDH/ Lissette Monterrosa
Fátima hace 30 años está involucrada en el área de la cocina. Desde muy joven ayudo a su mamá, quien tenía un comedor en la década delos 90’,
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Fátima Martínez y su sobrino Roberto Escamilla trabajan juntos en la preparación de los alimentos.
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Para Fátima no ha sido fácil sacar adelante su negocio ni a su familia, ya que fue madre soltera a los 23 años al separarse de su pareja, quedándose a cargo de sus dos pequeños.
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Chao mein con arroz y ensalada, uno de los platos disponibles.
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El fresco va incluido en el platillo que le cuesta 1 dólar.
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A pesar que los hijos de Fátima son independiente, ella no deja de trabajar. “Me encanta trabajar, soy feliz estar en el negocio”, comenta.
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"Yo me siento orgulloso de mi tía, la verdad ayuda a la gente, ya que la canasta básica ha subido, pero ella ha visto la manera como colaborar al pueblo de Santa", comenta Roberto Escamilla, sobrino de Fátima.
TeclaFoto EDH/ Lissette Monterrosa
Entre sus clientes de Fátima se encuentran: militares, policías, los que reparan las calles, barrenderos, empleados de la alcaldía, estudiantes entre otros.
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Entre las horas de las 11:00 a las 2:30 los clientes hacen largas colas para comprar su plato a un dólar, Fátima es la encargada de servir la comida a sus clientes.
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El platillo más vendido es el pollo empanizado y pollo guisado. Las otras variedades que se encuentran son: camarones y lonja empanizada, pescado, chuleta, bistec de res, hígado, carne guisada entre otras. Cada día cambian cuatro platillos en el menú, con el fin de agradar al clienteFoto EDH/ Lissette Monterrosa 
El sábado y domingo se agregan las sopas de gallina y de pata y con precios diferentes que van desde 1.50 hasta 2.00 dólares “los clientes pagan las sopas, pero siempre tenemos los platos de a un dólar” confeso Fátima.
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Pollo guisado. Las porciones se han reducido para mantener el precio.
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Jacqueline Renderos, nuera de Fátima, empaca los frescos para sus clientes.
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Los clientes tienen la opción de agrandar su plato de comida por un dólar más.
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Ya terminada la jornada, Roberto lava los cubiertos que fueron utilizados por los clientes.
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Roberto, sobrino de Fátima muestra el rótuo del negocio.
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A dólar los almuerzos en Santa Tecla
Fátima Martínez de 50 años, es la única vendedora que da su comida a 1 dólar en el mercado Dueñas de Santa tecla. La emprendedora realiza diariamente 20 platillos para deleitar a sus clientes.