Pharrell Williams se consagró en la pasarela de París, en su debut como director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton, en un desfile que demostró una vez más que los escarceos del músico con la moda tenían un fundamento sólido.
Conocido mundialmente como intérprete, compositor y productor, Pharrell ha tenido siempre a la moda como su segunda forma de expresarse, y mostró que la oportunidad que le ha dado la firma francesa no ha sido una casualidad.
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Y el debut de Pharrell en París no fue cualquier cosa. Louis Vuitton cerró el icónico Pont Neuf, lo cubrió de una lona en damero de tonos dorado mate y, ante 2.000 invitados, presentó un cargado desfile de aproximadamente medio centenar de conjuntos.
Predominaron dos tipos de estampados, en damero o en camuflaje generado por ordenador.
Los cuadros de los dameros podían ser de distintos tamaños y en múltiples posibilidades de color, por ejemplo rojo y negro, azul y granate, blanco y negro, verde y amarillo o dos tonos de dorado.
Los cuadros aparecen en todas partes: pantalones, chaquetas, camisas o guardapolvos, sea para formar conjuntos completos o para poner el toque final a un conjunto liso.
En cuanto al camuflaje, era del tipo generado por ordenador y no buscaba tanto una estética militar como una fusión con el paisaje urbano, y se vio sobre todo en chaquetas, guardapolvos y gabardinas.
Tampoco faltaron algunos conjuntos en estilo "hip hop", con chándales en tonos brillantes y dorados, en los que no faltaba el logotivo LV, en un guiño elegante a la estética "gansta".
Además, mucho pantalón corto, faldas pantalón y algunos abrigos, de pelo, muy largos y en tonos verde musgo o mostaza.
Como calzado, botas de media caña y sandalias, siempre con suelas de dientes gruesos, aunque también zapato plano o "trainers". Y no podían faltar los icónicos bolsos y maletines que fueron el origen de la casa en el siglo XIX.
El desfile rubrica el tránsito cada vez más acentuado de Pharrell por la moda, una implicación creciente para una estrella de la música que siempre ha buscado formas en las que expresar sus gustos e inquietudes.
Primero fue el lanzamiento en 2003 de Billionaie Boys Club junto con el japoneés Nigo, otro curioso híbrido de músico urbano y diseñador. La firma, muy innovadora en "streetwear", ha trabajado también con Kenzo, otra de las firmas del emporio LVMH.
Después, Pharrell y Nigo colaboraron en 2004 con Marc Jacobs, entonces director creativo de Louis Vuitton, en las gafas de sol Millionaire.
En 2008, el ejecutivo de LVMH Pietro Beccari le invitó a colaborar en una línea de joyería masculina. La muerte inesperada a finales de 2021 de Virgil Abloh, director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton, dejó un gran vacío que la firma se tomó un tiempo para llenar.
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En diciembre de 2022, Beccari, ya director general de LV, le ofreció el puesto de director creativo y su nombramiento fue anunciado en febrero pasado.
Y el autor del éxito mundial "Happy", ya de 50 años, se ha mudado a París con su familia para su nuevo puesto, al frente de un estudio con medio centenar de personas.
Para el músico, que combina a la vez la elegancia moderna con sus raíces "hip hop" y de arte callejero, ha supuesto la consagración de un hombre de orígenes modestos en Virginia Beach, el segundo afroamericano de ser director de diseño de una de las firmas más lujosas del mundo.
Como no iba a ser menos tratándose de Louis Vuitton y Pharrell, el desfile estuvo también cargado de famosos, especialmente amigos del cantante y diseñador venidos de Estados Unidos.
Beyonce, Rihanna, Jay Z, Kim Kardashian, Jared Leto o LeBron James, figuraban entre quienes llegaron al otro lado del Atlántico para apoyar a su amigo.