Lady Gaga tuvo que esperar dos años para poner fin al proceso judicial que involucraba el secuestro de dos de sus bulldogs franceses.
La cantante sufrió el robo de sus mascotas cuando eran paseadas por el cuidador Ryan Fischer, en la ciudad de Los Ángeles. Incluso el profesional recibió un disparo que lo dejó gravemente herido.
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Aunque el responsable fue capturado y condenado a 21 años de cárcel, en la historia intervino Jennifer McBride, una mujer que devolvió a los perritos, luego que Gaga anunciara que daría una recompensa de 500. 000 dólares sin preguntar nada, pues solo quería que sus mascotas regresaran a casa.
Todo cambió cuando McBride fue acusada de ser cómplice del secuestro. A pesar de eso, la mujer decidió demandar a la también actriz para que le diera el dinero que prometió.
Finalmente, un juez de Los Ángeles dictaminó que la ganadora del Óscar no debe pagar nada, pues aceptar la demanda "le permitiría (a McBride) beneficiarse de su irregularidad admitida". “No puedes sacar beneficio de tu propio acto delictivo”, agregó.
La mujer recibió dos años de libertad condicional por su relación con el secuestro.