Con una diversidad de colores, aromas y sabores, desde hace 16 años los habitantes del municipio de Suchitoto, en Cuscatlán, celebran el Festival de Altares de la Cruz. Una tradición que se ha vuelto parte de su identidad y que ha despertado la curiosidad de turistas nacionales e internacionales.
En El Salvador es tradición que cada 3 de mayo las personas coloquen en sus hogares una cruz hecha de árbol de jiote, la cual adornan con gallardetes, colgantes y frutas de temporada, entre ellas, mangos, marañones, jocotes, sandías, sapotes, incluso, con granos básicos como una ofrenda a Dios por la lluvia y para recibir buenas cosechas.
Y es que el Día de la Cruz proviene de los pueblos originarios de Mesoamérica y del sur del continente, quienes realizaban este ritual al dios Xipe Totec al inicio del invierno para que las cosechas fueran prósperas, pero tras la cristianización de los pueblos, la costumbre terminó en un sincretismo religioso.
En Suchitoto desde hace más de una década y media se convirtió en un festival cultural, en el que todos los habitantes participan con coloridos altares que colocan en patios, corredores, jardines, balcones y hasta afuera de sus casas para que turistas nacionales y extranjeros aprecien su creatividad y, por supuesto, conozcan sobre su historia.
También lee: "Antes la lluvia", la última película salvadoreña en la que actuó la actriz Isabel Dada
Fue el gestor cultural Elmer Martínez quien dio vida a esta tradición en la “Ciudad del Pájaro y la Flor”, en la cual con el paso de los años se fueron uniendo otras entidades que trabajan por mantener vivas las costumbres del municipio, como la Casa de la Cultura de Suchitoto y la Alcaldía Municipal.
“Lo llamamos festival porque la idea surgió de que primero fueran los negocios y los hoteles los que pusieran en las entradas de los locales el altar del Día de la Cruz, pero en una dimensión más grande de los que se hace en una casa, con el objetivo de que los turistas pudieran apreciarlo y conocer un poco más del Día de la Cruz”, explicó Elmer Martínez.
Fotos: ¿Sabes por qué se elabora la cruz con palo de jiote?
Semanas antes de la actividad, los habitantes reciben tallares en la Casa de la Cultura sobre la elaboración de cortinas, gallardetes y colgantes para adornar la cruz.
Esta vez, el XVI festival de altares se llevó a cabo el domingo 1 de mayo para que los visitantes apreciaran el talento, la creatividad y el fervor religioso de los lugareños.
“Lo hicimos el 1 de mayo porque buscamos que sea siempre domingo porque no siempre el Día de la Cruz cae sábado o domingo. Entonces se busca que sea fin de semana porque hay más movimiento de turistas dentro de la ciudad”, detalló Martínez.
En esta ocasión se elaboraron más de 25 altares en diferentes barrios y colonias de Suchitoto. Lo peculiar de esta actividad es que los lugareños no solo adornan con frutas a sus altares, sino también con los famosos “gallitos”, unos dulces artesanales que se elaboran exclusivamente para esta festividad.
Son los artesanos del cantón Aguacayo los que elaboran minuciosamente estos dulces para luego comercializarlos en el mercado municipal. Se le llaman “gallitos” porque tienen la forma de este animal doméstico. Incluso, hay figuras de gallinas, casitas y hasta camándulas religiosas comestibles.
Según, Martínez, esta tradición también ayuda a la economía del municipio, ya que los agricultores aprovechan para comercializar las frutas de temporada con las que los salvadoreños adornan a sus altares.
Es por ello que, turistas de varias partes del país llegan cada año para disfrutar de esta actividad que cada vez toma mayor protagonismo.
“El festival ha ido creciendo. Ahora ya no solo son los negocios, sino también las casas. Lo bueno es que la gente no los hace adentro de sus patios, sino que en sus balcones o en sus puestas para que puedan exhibirse”, agregó el gestor cultural.
En este 3 de mayo se unirán a la actividad los centros escolares y las comunidades para rendir tributo a la madre naturaleza y al creador por la llega del invierno.