Las primeras monedas acuñadas en territorio salvadoreño circularon en la primera mitad del siglo XIX, durante los años de la República Federal de Centroamérica (1824-1839).
Son artículos tan raros que resultan ser muy valiosos para los coleccionistas a nivel mundial, por ello las pocas que aparecen en las subastas suelen ser muy codiciadas. Esto según detalle incluido en el libro “Monedas provisionales del Salvador 1828-1835” impreso en 2019 por Miguel Ángel Villavicencio, miembro de la Asociación Numismática Salvadoreña (Anusal).
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La obra surge como el primer catálogo ilustrado de su tipo, que incluye 122 variantes de las monedas provisionales, idea que afloró de una invitación a participar de la 2° Convención Internacional de Historiadores y Numismáticos Arequipa 2018, que recibió el autor.
“En la preparación de la ponencia, resultó evidente que hacía mucha falta un catálogo actualizado que listara las variedades que se habían encontrado últimamente y de las cuales no existían antecedentes...”, se lee en el prólogo del libro.
El coleccionista salvadoreño aclara en la introducción de su catálogo que “la historia de la moneda provisional de El Salvador está relacionada a eventos económicos, políticos y sociales ocurridos durante los quince años de existencia de la República Federal de Centroamérica.
La obra ofrece un minucioso detalle a lo largo de 112 páginas, contenido dividido en tres capítulos: Contexto histórico, El cuño provisional y Catálogo ilustrado.
Los lectores encuentran en este valioso registro numismático datos sobre la República Federal de Centroamérica, de la guerra civil y su relación con las monedas, personajes históricos, mapas y planos de la época y una diversidad de detalles sobre las monedas acuñadas en el entonces Estado del Salvador.
“Son monedas emblemáticas que marcan el comienzo de la transformación del estado salvadoreño a una república independiente”, enfatiza el autor en la nota introductoria. Los interesados en adquirirlo pueden llamar al número 2278 1410, con Marcos Antonio Chacón Hernández.
Acá detallamos algunos de los interesantes datos recopilados en el registro elaborado por Villavicencio.
1 Tras integrarse la República Federal de Centroamérica, el modelo de república resultó ser en la práctica muy difícil de comprender para los nuevos políticos. Sin bien en un inicio se luchó por las libertades, esos deseos se degeneraron en poco tiempo en una batalla por el poder y las monedas provisionales de El Salvador surgen en este contexto. Fueron acuñadas para pagar a los soldados en esas luchas.
2 La guerra civil se desarrolló en dos etapas, que generaron dos series de monedas provisionales: la primera de 1828 a 1829 y la segunda, de 1832 a 1835. Entre 1830 y 1831 hubo una relativa paz, por lo que no se acuñaron monedas.
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3 Las monedas de la primera serie sirvieron para sostener la defensa de la ciudad de San Salvador sitiada y el posterior contraataque a Guatemela, con la ayuda del Estado de Honduras. Las monedas de la segunda etapa son similares a sus predecesoras, pero presentan algunos cambios de diseño a partir de 1832.
4 El Salvador no tuvo ceca (casa de moneda) autorizada en la colonia ni durante la federación, dependía de una única fábrica en Guatemala. Pero mientras Centroamérica priorizaba la producción de denominaciones altas es muy probable que en 1828 San Salvador se enfrentara a la escasez de moneda fraccionaria necesaria para pagar a los soldados en la guerra. Entonces, surge la necesidad de acuñar su propia moneda.
5 Las monedas provisionales salvadoreñas se hicieron en denominaciones bajas: ¼ Real, ½ Real, 1 Real, 2 Reales, 4 Reales. (ver detalle en tabla)
6 Las monedas se acuñaron en oro y plata. Cabe destacar que en El Salvador, los metales utilizados para fabricar las monedas provisionales de 1828 provino de las alhajas de las iglesias, que fueron requeridas en calidad de empréstito, según decreto emitido por la asamblea de El Salvador, el 18de mayo de 1828.
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7 Hay todo un mensaje oculto tras los símbolos que se colocaron sobre las monedas provisionales del estado salvadoreño. En el libro se destaca que los elementos básicos en la impronta de las monedas son: el volcán, el gorro frigio y la columna. Impronta es la “reproducción en yeso, cera, lacre, papel, etc., del conjunto de tipos, leyendas y demás características de una moneda”, según el Diccionario Numismático del sigio https://catalogodemonedas.es. Con el tiempo, se fueron modificando.
8 Sí circularon monedas falsas y ante la presunción de que estas monedas provisionales eran falsificadas, se emitió un decreto el 18 de diciembre de 1834 que prohibía la circulación de moneda de cobre, latón, estaño, hierro o cualquier otro metal que no fuera oro y plata.
9 Las monedas provisionales salvadoreñas son muy raras de encontrar para los coleccionistas, la mayoría salió de circulación cuando se decretó su desmonetización.
10 Los ejemplares mejor preservados están en el extranjero y solo aparecen a la venta en las subastas más prestigiosas, a precios elevados. El valor de las monedas lo determina el libre juego de la oferta y la demanda. Pero la oferta es muy escasa.