Son diversas y multifacéticas, con talentos y aspiraciones diferentes. De distintas edades y procedencias. Son mujeres que han decidido romper con las cadenas de la desigualdad y la discriminación que aún arrastra al sexo femenino en el mundo. Por eso, luchan cada día desde su trinchera para marcar la diferencia y dejar huella en El Salvador.
Para ellas, “rendirse” no es una opción, pues tienen muyclaros sus objetivos. Parte de esas compatriotas son artistas plásticas, malabaristas urbanas, cirqueras, cantantes independientes; otras son bailarinas, actrices, emprendedoras, escritoras y hasta reinas de belleza.
Aunque todas tienen talentos diversos, se unen en una sola voz para representar a las mujeres empoderadas sin límites y fuertes, que exponen los retos y desafíos a los que se enfrentan diariamente a través del arte que pregonan.
Hoy 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, una fecha para recordar y visibilizar las luchas históricas de las mujeres por su participación en la sociedad. Además, para reivindicar la igualdad y la equidad de género.
En el marco de esta conmemoración, ocho salvadoreñas hablan sobre los obstáculos que enfrentan al ser artistas en un país donde el arte y la cultura aún no reciben todo el reconocimiento que merecen; asimismo, exponen las discriminaciones, rechazos y falta de oportunidades que viven en este rubro.
Muchas veces su talento, su aporte al arte y sus esfuerzos han sido silenciados, pero ellas han roto esas cadenas para que su trabajo sea leído, escuchado, comentado y aplaudido por el público que las apoya.
Las artistas plásticas se encargan de pintar la realidad a la que se enfrentan, las cantantes buscan elevar su voz para ser escuchadas, las escritoras trazan los obstáculos que impiden publicar su arte, las bailarinas y malabaristas narran a través de los movimientos corporales el nulo reconocimiento a su labor, las artesanas tejen en sus mantas la falta de oportunidades para emprender, y las misses llevan en su pecho una banda por la cual muchas veces la sociedad las discrimina y juzga al no tener los “cánones de belleza tradicionales”.
A continuación, estas salvadoreñas comparten con sus palabras los principales desafíos a los que se enfrentan en El Salvador y cómo los enfrentan.
- Susana Ardón, artísticamente llamada Suzu Lunar, cantante independiente
“Yo compongo canciones desde los 15 años, pero nunca fue algo que tomé en serio, hasta que perdí a mi mejor amiga, su partida de este mundo me hizo volver a la música como catarsis (…) Ser artista independiente es difícil, pero nadie dijo que sería sencillo, desde que comencé a grabar, pasando por el lanzamiento, la gira de mi disco y toques fuera de San Salvador, no he parado de trabajar por pulir mi proyecto. Por lo que descubrí que uno de los retos más grandes era aprender a pedir apoyo, pues como siempre digo: ‘La música independiente la movemos todos’”.
- Lucrecia Chinchilla, artista plástica
"Si ya es difícil emprender en El Salvador, hacerlo a través del arte lo hace aún más retador. Lograr la visualización, exposición y reconocimiento en el arte creado por mujeres sigue siendo uno de los mayores desafíos, aunque al mismo tiempo, las herramientas digitales han abierto una gran cantidad de posibilidades para ser nosotras mismas las que le contemos al mundo lo que somos capaces de hacer".
- Jocelyn Aguilero Paiz, Colectiva Cirkeras El Salvador y Casa Caracol Suchitoto.
“El reto más grande que he enfrentado como artista urbana (malabarista) es reconocerme a mí misma como tal. Tengo seis años de dedicarme a esta rama del circo contemporáneo y los desafíos que he enfrentado como mujer artista son muchos, pero sobre todo la estigmatización y discriminación, acoso sexual callejero, violencia psicológica, económica y simbólica por parte de los compañeros artistas y/o contratistas, y el poco o nulo acceso a espacios de formación profesional”.
- Angie Gutiérrez, bailarina y actriz de teatro
“El principal desafío al ser una artista en mi país es que en mi área no hay una educación integral desde la niñez, no se le da a la danza folclórica la importancia que está merece, y hay muy pocas personas interesadas en aprender la técnica de esta danza. Por otro lado, el mayor desafío es continuar replicando los aprendizajes para que más niños y adolescentes se interesen en bailar, pero es casi imposible tener un trabajo de la danza donde se den las condiciones que un bailarín o maestro necesita para vivir dignamente. Considero que hay que seguir fomentando el amor por nuestras raíces, es nuestro origen, no podemos perder toda esa riqueza de costumbres y tradiciones que la danza representa”.
- Rosibel Guardado, artesana de “Puntaditas y Crochet”.
“Dos de los retos han sido: la falta de capital semilla para invertir en las ideas de nuestro negocio y también afecta, no tener una guía o asesoría para conocer elementos básicos sobre negocios, como cuánto debemos invertir, cómo crear productos de calidad, cómo interactuar con los clientes y, sobre todo, qué cantidad es lo justo que puedes cobrar por tus productos”.
- Geraldina Díaz, escritora emergente.
“Lo más difícil de formarte como escritora acá es romper con las barreras del "canon" establecido. Las voces femeninas siempre son las más afectadas, hasta la misma academia nos ha dado la espalda, y eso es algo histórico. Es cierto que los tiempos han cambiado, pero sigue habiendo estereotipos de género y machismo que nos afectan para nuestro desarrollo como escritoras”.
- Alejandra Gavidia, Miss Universo El Salvador 2021
“Más alta; no, no tan alta. Muy gorda; no, pero tampoco sin curvas. ¿Cabello corto? ¡Extensiones! ¿Cabello largo? Era mejor corto. ¿Por qué habla de eso? Debe querer ser polémica. ¿Por qué no se proclama sobre eso? ¡Es una tibia! ¡Que renuncie! ¡Que entregue la corona! ¡Que la quiten! ¡Que se muera! ¡Que la maten! ¡Que la desaparezcan! ¡Que se suicide!”, Alejandra Gavidia, expone los comentarios que recibe en sus redes sociales.
- Susana Reyes, poeta y editora de Editorial Ojo de Cuervo
“Ser mujer y escribir en este país es tener una triple o cuádruple jornada. Porque ya tenés la primera jornada que es dedicarte a todas las tareas que implica tu género en este mundo patriarcal y después de eso el servicio que debes dar a tu comunidad, a tu vecindario como persona activa que se preocupa por todo el bienestar…Entonces creo que el obstáculo es eso: como se valora muy poco que (las mujeres) se dediquen al pensamiento crítico, a la creatividad, a hacer arte, a escribir narrativa y escribir poesía que es peor. Para mí ese ese fue el mayor de los obstáculos, que la gente crea en vos y luego siendo mujer que crea que puedes ser una buena editora”.