El jinete salvadoreño Juan Manuel Bolaños fue ganador de dos medallas de oro para El Salvador, en la disciplina del ecuestre, en los recientes Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. A casi un mes de haber alcanzado uno de los mayores logros para este deporte, el atleta todavía tiene frescos los recuerdos de uno de los momentos históricos para el país. Desde Florida (EE.UU.), donde recientemente terminó una competencia, habló vía telefónica con Cancha.
Han pasado varios días después de haber ganado las medallas. ¿Cómo están los sentimientos por ese logro?
No hay palabras para describir los ánimos que dejan un resultado como este. Aunque más que un resultado, una cuestión tan inesperada e histórica para nuestro país. Obviamente trabajamos para obtener un triunfo, obtener un éxito en nuestro deporte, sin esperar algo tan grande y tan inmediato, como lo fue la preparación para estos Juegos. Tengo muchísimos años en esto, hasta hoy se nos dan estos frutos con una doble medalla de oro.
¿Qué recuerda de la competencia y la premiación?
Hay que tener mucha concentración y frialdad en ese momento, porque hay mucha presión, un peso bastante grande al representar a un país. La experiencia va dando eso y estar con la mente bien metida en los dos minutos que son. Pero al momento de ver que mi rival bota la barra, me doy cuenta que soy el único cero (sin faltas) y que soy el campeón. Ese momento es de una gran felicidad e inexplicable. Muchos sentimientos encontrados, por todo el esfuerzo y ahora que lindo es poder vivir ese sentimiento.
Lo escucho y percibo mucha emoción en usted, como si eso acaba de pasar algunos minutos.
(Sonrisas). Es por el esfuerzo y sacrificio que se hizo. La yegua me ha costado mucho trabajo. Ahora tiene nueve años, pero la tengo desde que tiene seis. La fui haciendo poco a poco, tiene un temperamento fuerte. Me costó poder ganar una concentración en ella, para que esté relajada. Es una serie de cosas que fuimos trabajando año con año, mejorando. Fue una preparación fuerte y rígida el último mes, y gracias a Dios nos salió todo.
Dentro de su top de mejores momentos en este deporte, ¿dónde coloca el haber ganado estas medallas?
Esto es lo más grande que he hecho. A los 16 años fui campeón mundial de un evento que hizo la Federación Internacional de Ecuestre, se llamaba la Copa Samsung. Quedé campeón de la categoría C. Fui a recibir el premio de manos de la princesa Ana de Inglaterra, a Rio de Janeiro. A mi corta edad y el poco tiempo de haber estado en el deporte, con cuatro años, había logrado una presea bastante grande. Competí en otros eventos, ganando algunas medallas en equipos. Pero este es el logro más grande que he logrado en mi deporte y para el país, es algo que hemos logrado.
Esto tiene un significado. Hay que ponerle más atención a este deporte, pues otros con mayores recursos no lograron nada
Totalmente. Esto lo quiero resaltar, porque la Federación tiene un gran mérito en esto, buscando la manera de ayudarnos junto con el Indes, quienes también nos apoyaron mucho. El ecuestre merece que se le ponga más atención. Me dieron todo el entrenamiento, logística y el transporte de la yegua. Esto fue bastante grande para nosotros, porque no es algo tan simple mover los caballos, es caro y nos ayudaron, poniendo el esfuerzo y sacrificio. Ahora tenemos una gran oportunidad para apoyarnos de cara al Panamericano.
Luego de esto, ¿qué viene?
Con mi entrenador y viéndolo de la mejor manera, vamos a Michigan a unos concursos con niveles más altos, casi olímpico. Haremos dos concursos (uno dos estrellas y el otro cinco). En septiembre ir a Kentucky para finalizar nuestra preparación hacia los panamericanos.
Pero lo de usted ha sido sin parar, pues luego de los Juegos ya estuvo compitiendo
Terminamos de competir, tenemos otros caballos otros prospectos, que vengo trabajando, alternando concursos.
¿Cuál es su máximo sueño?
Mi mayor sueño es llegar a la olimpiada, pero para eso hay pasos, hay gradas que tenemos que pasar. Obviamente tengo que tener un resultado magnifico en el panamericano y, por ende, clasificar a la olimpiada. Eso sería un sueño bastante grande que tenemos todos los atletas. No lo veo tan lejos, ni tan descabellado por el nivel de caballo que tengo.
Pero el sueño es llegar a los Juegos Olímpicos o ganar una medalla en esos juegos?
Es bien duro, porque la verdad existen muchísimos caballos muy buenos y el nivel de los jinetes es muy bueno, espectacular. Sin embargo, los errores siempre están a merced de cualquier momento. El chance es llegar a ese nivel. Lejos no está, siempre hay que pensar para adelante. Nivel se tiene, solo es ejecutar y que todo pase de la forma que se tiene que dar.
Hablando de los sueños e ilusiones, luego de que ganó las medallas, en Cancha recordamos su carrera artística, cuando cantó el himno de los Juegos del 2002 que también fueron en el país.
No me imaginé llegar a donde he llegado. En el 2002 canté el himno con Lucia Parkers, en el cual salió la idea de que cantara, influyó mi carrera artística. Esa vez también competí y quedé sexto lugar en la general, que me dio la participación en los Panamericanos del 2003.
¿Recordó lo del 2002 cuando ganó las medallas?
Lo hablamos junto con mi esposa, quien el día de la competencia, puso la canción y todos nos pusimos a cantar, como para dar ánimo. Nos recordamos todititos, se convirtió en especial el momento y bonito recordarlo.
¿Hablando de su carrera como cantante, continúa con eso?
La deje desde el momento que me vine a EE.UU. para dedicarme completamente “full” al deporte. Dejamos esa faceta. Obviamente siempre cantamos, pero en algún evento social, familiar.
¿Fue difícil dejarlo, por los buenos momentos que vivió, hasta llegar a representar al país en el festival OTI?
(Breve silencio) Sí fue difícil dejarlo. Para mi la cantada fue un don que me regaló Dios y la verdad es algo que me fascinaba. Así como también me encanta montar. Fue difícil, porque era escoger un camino. Estuve dos años en México para ver si me volvía profesional, donde canté en Televisa.
¿Y cómo lo identifica más la gente: como atleta, jinete o cantante?
Hoy en día me identifican más como atleta, por el logro mismo de las dos medallas y la exposición en los medios. La gente ubica más los momentos y lo que está pasando actualmente. Quizás algunas personas, de aquella época, me relacionen con la cantada. Pero ahora todo está relacionado al deporte, pues es a lo que me dedico.
Ahora solo trata de no desafinar en los saltos
(Sonríe). Exacto, y espero seguir así, para seguir sumando más alegrías para el país.