Honduras acaba de confirmar su partido ante la Selección de Argentina en septiembre en EE.UU. (alguna vez se había ‘dado por hecho’ este amistoso ante el mismo rival desde la Fesfut). Costa Rica se luce con la organización de un Mundial sub-20 femenino, demostrando estar a la altura del evento.
Guatemala, buscando consolidar sus proyectos formativos, recibe a las altas autoridades de la FIFA, con la Secretaria General la senegalesa Fatma Samoura a la cabeza (sí, la misma que firmó la carta desde Zurich donde se informaba del Comité de Regularización para la FESFUT).
OPINIÓN: Lo que necesita el fútbol salvadoreño de la FESFUT del futuro
¿Y El Salvador? Tan cerca y tan lejos de sus vecinos centroamericanos lucha contra sus propias penurias y sin visos de la vuelta del fútbol en el corto plazo. La lucha de poderes tuvo sus consecuencias.
Hoy, hace 43 días que tendría que haber empezado el torneo Apertura 2022 pero la actualidad marca que la mayoría de los equipos está sin entrenar y con la Primera División decretando el paro de actividades.
Hoy, la pelota está -dormida- del lado de Concacaf. Y mientras no hay novedad alguna de los nombres del bendito Comité, si hay jugadores que no cobran, árbitros sin ingresos, 115 empleados directos de la Fesfut que llevan dos meses sin recibir salario y toda la maquinaria que mueve el fútbol está congelada.
Un panorama complicado y poco alentador por donde se lo mire para un fútbol que ayer sumó un nuevo triste episodio, casi surrealista: se cayó una torre de luz en la tribuna en el medio de un partido amistoso. Ocurrió en el Barraza, ayer, el mismo estadio donde a inicios de mes se jugó un partido de Liga Concacaf. Una negligencia difícil de entender. Gracias a Dios no había gente; con público, estaríamos hablando de una tragedia.