El partido entre Alianza y FAS por la vuelta de cuartos de final, en el que 12 personas perdieron la vida en una estampida en el estadio Cuscatlán, fue declarado como derrota para el cuadro capitalino, el encargado de velar por la logística y seguridad del evento.
Según la resolución tomada con relación a las bases de competencia, el resultado fue de 0-2 a favor de FAS. Además, Alianza fue castigado con 30 mil dólares de multa y deberá jugar sin público durante un año.
Para comprender un poco qué tipo de medidas se han tomado en tragedias más o menos similares, hacemos una pequeña recopilación de algunos de los casos más sonados.
En México, cuando 26 personas resultaron heridas por seudoaficionados del Querétaro al atacar a seguidores del Atlas hace poco más de un año, las sanciones fueron: perdieron el partido 0-3. Sancionaron un año el estadio, a donde solo pueden jugar a puerta cerrada tanto el equipo masculino (a donde ocurrieron los hechos), como el femenino y divisiones inferiores. Además, una multa equivalente a 81 mil dólares al cambio actual. La barra fue vetada tres años en condición de local y un año de visitante.
Dentro de otras medidas, .la directiva fue inhabilitada por cinco años y sus miembros no pueden tener actividad no sólo en el club, sino dentro del fútbol mexicano en general. Cambió de dueño el equipo, siendo traspasado a Jorgealberto Hank y Grupo Caliente, y este tiene un año para venderlo para evitar la multipropiedad.
Los involucrados e identificados de manera individual, fueron prohibidos de por vida en los escenarios, y los integrantes de barras de la Liga MX tendrán que ser identificados.
En Indonesia, a donde el año pasado murieron 125 personas en una estampida provocada por el uso de gas lacrimógeno por parte de la policía tras la invasión a cancha de aficionados locales, suspendieron de por vida al jefe ejecutivo del club Arama y al responsable de seguridad del club. Nueve policías fueron suspendidos, incluido el jefe de la Policía.
En 2017, cuatro personas murieron previo al duelo entre Motagua y Honduras Progreso, en la final de mayo. Lo castigaron sancionando el estadio con 9 partidos sin poder usarse y con una multa de 4 mil dólares.
En la Tragedia de Heysel (1985), en Bruselas, Bélgica, murieron 39 aficionados a causa de una avalancha antes de que arrancara el partido de la final de la Copa de Europa (ahora Liga de Campeones de la UEFA) entre Liverpool y Juventus, provocado por los aficionados más radicales del conjunto inglés. La sanción fue general para los equipos ingleses, seis años sin poder competir en torneos europeos. El estadio fue demolido.
Poco después, en 1989, se dio una de las más recordadas, la Tragedia de Hillsborough, en la que murieron 97 personas aplastadas contra las vallas del estadio durante un partido de Copa de Inglaterra entre Liverpool y Nottingham Forest. En esa ocasión, no hubo hechos violentos, sino que las investigaciones concluyeron que se debió a problemas de logística de la organización, pues hubo exceso de aforo, por un lado, y la infraestructura del inmueble era deficiente en relación a los temas de seguridad.
Esta tragedia, pese a no estar directamente implicada al tema de violencia, fue la gota que derramó el vaso para que el gobierno actuara con contundencia y dictara las leyes Football Spectators Act y el Informe Taylor, claves para erradicar a los hooligans (aficionados violentos) de los estadios en Inglaterra, y que marcaron un antes y un después en el fútbol europeo en cuanto a tomar medidas y sanciones contundentes para evitar problemas en los estadios.
Un nuevo estudio publicado en 2012 determinó que fue la seguridad, la policía, la principal responsable de dicha tragedia, por lo que el gobierno de David Cameron ofreció disculpas en su momento.
Con este pequeño repaso, se puede concluir que la sanción a Alianza es intermedia, es decir, no está dentro de los castigos más fuertes en situaciones similares en el mundo, pero tampoco dentro de los más débiles. Además, falta conocer si habrá sanciones civiles o penales, en las cuales ya es la Fiscalía la que lleva el caso.