Álex Roldán ha hecho carrera en el Seattle Sounders de la MLS, y también es ya un referente de la Selecta nacional pese a que no lleva demasiado tiempo siendo convocado.
Nacido en Estados Unidos, hijo de un migrante guatemalteco y una salvadoreña, narró un poco de su historia de vida para TUDN, en una entrevista que retomó hace unas semanas la MLS.
Ahí cuenta que son tres hermanos, y que no solo Cristian y él están en el fútbol, sino también César, ya que este trabaja como preparador físico del LA Galaxy.
En los años 80, sus padres migraron de Centroamérica a California, casi sin dinero y apenas podían hablar inglés, pero, con mucho esfuerzo, salieron adelante. "Crecimos en una comunidad de gente trabajadora llamada Pico Rivera, una ciudad en un 90% hispana y, como nuestros padres, tuvimos que superar varios obstáculos para poder vivir de este deporte", contó Roldán, quien ha llegado a ser hasta capitán de la Azul y Blanco.
Tomar la decisión por jugar por El Salvador no fue fácil. Su hermano Cristian ya había sido contactado por Estados Unidos, y él esperaba una llamada también que no sabía si se daría o no. Además, su padre quería que jugara por Guatemala, y la federación lo buscó. Pero finalmente se decantó por la nación de su madre, la suya también, la salvadoreña, aunque en su corazón y en su vida es también chapín y estadounidense.
Narró que pudo hacer viajes a Centroamérica y compartir con la familia, y que por el hecho que un familiar jugó en la Selección, de niño se imaginó también esa posibilidad.
"Esa diversidad más tarde también influyó en mi mentalidad, cuando tenía que decidir a qué país iba a representar a nivel internacional. Tuve la fortuna de ser elegible por tres naciones: El Salvador, Guatemala y Estados Unidos. En ese entonces el seleccionador de Guatemala se puso en contacto con mi padre de manera directa y le dijo de una manera muy insistente que ellos querían que representara a su país de nacimiento. Como pueden imaginar, ese fue un gran honor para mi papá, y al ser él el intermediario eso puso mucha más presión sobre mí", contó.
"Tengo recuerdos de ver a la Selección de El Salvador, y un primo jugó para la Selecta...", añadió. " elegí a El Salvador porque sentí que podría crear un mayor impacto en la cancha, y también escribir mi propia historia. Era una oportunidad de ayudar a un país al que quería tanto como a Estados Unidos debido a todo lo que pasé junto a mi familia, a lo que experimentamos juntos. Pienso que quizás defraudé un poco a mi papá, pero al final él me respaldó, porque él quiere verme triunfar y ayudar a hacer de La Selecta un mejor equipo", dijo.
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