El pasado viernes, un tribunal del Indes ordenó la instalación de una comisión normalizadora en la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut), luego de desconocer a seis funcionarios de su comité ejecutivo por incumplir la Ley General de los Deportes (LGDES).
Una comisión normalizadora es prácticamente un cuerpo dirigencial, compuesto en general por no menos de cinco personas, que ejerce con la autoridad de un ente rector superior (FIFA, FIBA, FINA, COI, etc.) y que opera como una junta de gobierno temporal, mientras se estabiliza la situación legal o institucional de una federación o asociación deportiva.
Esto sucede, por ejemplo, cuando uno o varios altos funcionarios abandonan sus cargos por situaciones irregulares.
Las comisiones normalizadoras usualmente sirven desde lo básico, como para realizar trámites del día a día de las instituciones (designaciones de árbitros, aprobación de gastos corrientes, etc.), pero también pueden coordinar la elaboración de nuevos estatutos o supervisar el desarrollo de procesos eleccionarios, para que la federación cuente con nuevas directrices tras la crisis interna.
Una comisión normalizadora no necesariamente es sinónimo de intervención. Estas suelen estar conformadas por personas que ya han dirigido otras instituciones dentro de ese sector, como presidentes de clubes o ligas. También pueden integrar a especialistas locales en leyes o en administración deportiva y rara vez la conforman personas de un país diferente a donde se debe actuar, salvo que estos sean nombrados por su organización madre.
En el caso del fútbol federado, es importante resaltar que una comisión normalizadora solo puede ser nombrada y juramentada por la FIFA, el ente rector de este deporte en el mundo. Esta determina su tiempo de funcionamiento, sus atribuciones y sus funciones, con base a estatutos vigentes de la federación o asociación, aunque también por mandato de la internacional.
En los últimos años, las respectivas federaciones de fútbol de Guatemala, Honduras, Venezuela, Argentina, Uruguay y Paraguay contaron cada una en su momento con una comisión normalizadora, luego que sus principales funcionarios se vieron involucrados en casos de corrupción como el FIFAGate, o porque simplemente tuvieron que enfrentar un proceso judicial ordinario.