Vencedores ya en la ida, Real Madrid y Nápoles volvieron a derrotar este miércoles a Liverpool (1-0) y Eintracht Fráncfort (3-0), respectivamente, en los partidos de vuelta de octavos y completaron los cuartos de final de la Liga de Campeones. Un gol de Karim Benzema casi al final (78) confirmó que el Real Madrid seguirá defendiendo su corona continental, tras un partido al que llegaba con la ventaja de su histórica victoria por 5-2 en Anfield.
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El equipo blanco controló bien el partido, impidiendo a los 'Reds' cualquier intento de remontada. El portero brasileño Alisson Becker se convirtió además en el artífice de que su equipo mantuviese el empate en el marcador hasta que apareció Benzema, empujando a puerta vacía el balón después de una buena jugada personal de Vinicius, para echar el cierre a la eliminatoria.
Al final del encuentro sonó por la megafonía del Bernabéu el 'You'll Never Walk Alone', el himno del Liverpool como agradecimiento al equipo inglés por el homenaje ofrecido en Anfield a Amancio Amaro, presidente de honor del Real Madrid fallecido antes del partido de ida. Y el público dedicó una ovación a los jugadores e hinchas ingleses.
Gran clasificación napolitana
En Nápoles, el equipo local se clasificó por primera vez en su historia para unos cuartos de final de la Champions y confirmó el buen momento del fútbol italiano, al menos esta temporada, con tres equipos entre los ocho mejores del continente. No había tres clubes representantes del 'Calcio' en la antepenúltima ronda de este torneo desde 2006.
Después de haber ganado 2-0 en la ida en Alemania, los napolitanos tenían el camino muy encarrilado y el choque de vuelta fue realmente un trámite, coronado con un doblete inicial del nigeriano Victor Osimhen (45+2, 53) y un tanto de penal marcado por el polaco Piotr Zielinski (64).
La temporada está siendo espectacular para el Nápoles, que además de este hito histórico de estar en el 'Top 8' continental es líder destacadísimo en Italia, con 18 puntos de ventaja sobre el segundo, el Inter, lo que encamina al equipo de Campania a revivir sus años gloriosos de la época de Diego Maradona, cuando el país ganó la liga italiana dos veces (1987, 1990) y la Copa de la UEFA -actual Europa League- en una (1989).
Y ante el Eintracht volvieron a brillar los dos grandes protagonistas de la temporada del Nápoles: el georgiano Khvicha Kvaratskhelia por su capacidad para generar juego, desborde y asistir a sus compañeros, y los goles del nigeriano Victor Oshimen, autor de 19 tantos en la Serie A y de tres goles en la eliminatoria de octavos.