El Dojo Matsukaze de la ciudad de San Miguel tiene en su plantel a los hermanos Ángel Emilio y Oscar René Granados Herrera, quienes desde hace 10 años están bajo la enseñanza del maestro William Aparicio y han ido evolucionando de manera positiva, a tal punto de obtener múltiples medallas nacionales e internacionales, así como estar en posiciones altas del ranking mundial.
El karate salvadoreño pasa por un gran momento de forma, con atletas colocándose en los primeros puestos del escalafón mundial, como es el caso de Gabriela Izaguirre, actualmente 5 del mundo en la categoría de Kumite Sub-21, pero también, en el oriente del país surge la historia de dos hermanos que están en los primeros 40 del mundo y con participaciones destacadas dentro y fuera del país.
Karatecas salvadoreñas cosechan metales Iberoamericanos
El trabajo de los hermanos Granados Herrera ha sido una constante de esfuerzo y sacrificio, ya que al momento de entrenar en San Salvador se tienen que despertar a eso de las dos de la mañana, y desplazarse desde San Miguel a la Villa Centroamericana en su momento, para poder entrenar, dando los resultados que están a la vista.
Emilio, en 2017 compitió como seleccionado nacional, destacando a nivel centroamericano desde los 11 años, donde ganó un torneo panamericano en la disciplina de Kata y logrando medalla de plata en Kumite.
Y continuando con el atleta de 15 años de edad, actualmente está ranqueado 36 del mundo en la división de Kata cadete masculino, así como está en el puesto 20 de Kata a nivel panamericano, fue reconocido como Atleta del Año a nivel nacional por la federación en el 2020, ha sido medallista de Oro a nivel C.A. y Caribe, medallista de bronce y plata en Kata en el Ccondeka, medallista de bronce en Kata por equipos en el Centroamericano y el Caribe de Colombia y es el campeón nacional de Kata y Kumite en la división -52 kg.
Por su parte, René, de 18 años, está ubicado 35 del mundo en Kumite Sub-21 -60kg y 43 del ranking mundial y panamericano Sub-21 en Kata; actualmente es el campeón nacional de Kumite -60kg y tercer lugar en Kata.
Su actualidad
En los últimos meses, ambos destacaron en el Torneo Onakagua, disputado en Huehuetenango, Guatemala, donde Emilio Herrera, ganó dos medallas de oro, tanto en kata como en kumite y René Herrera, se llevó una medalla de oro en la modalidad de kata y una de plata en kumite.
A eso le siguió el XXXI Campeonato Junior, Cadete y Sub-21 disputado en la Ciudad de México, que de acuerdo al Dojo, dejó un reconocimiento importante para ambos, ya que compitieron con los atletas que serán parte del Mundial a disputarse en Konya, Turquía en octubre.
Y en el caso de René, por su participación en el Panamericano fue elegido por la Federación y Panam Sports, para el Campus de entrenamiento de alta competencia, siempre en México, con la dirección del maestro Salah Mesnaoui, preparándose para los próximos eventos, como los Centroamericanos y del Caribe de San Salvador de 2023.
Aparicio argumenta que “como padres y maestros de nuestros hijos, damos más del 100% de nuestro esfuerzo para que ellos puedan ir a las competencias y a los entrenamientos de selección hasta San Salvador”, así como buscan los patrocinios y apoyos a nivel de INDES y Federación, para que puedan participar de campamentos como el de René en suelo mexicano.
Para cerrar el círculo virtuoso de la gran familia que han conformado con el karate como base, el sensei William es cinturón negro 2 dan y 1 dan kobudo, además de ser técnico de la zona oriental para la Federación y el propietario del Dojo. Por su parte, su esposa, Laura Herrera es la directora de la Academia Matsukaze y gerente administrativa de la Federación.
Además del trabajo que hacen representando al país a nivel internacional, Emilio y René, son entrenadores nacionales acreditados por la Federación, con lo cual también ya enseñan a las futuras generaciones, como maestros de la Academia Matsukaze. “Somos una familia de karate, que con mucho orgullo y esfuerzo representamos a San Miguel y a El Salvador”, cuenta emocionado el maestro William.