César Catani tuvo la sensibilidad de enviarme un video del profesor italiano Nuccio Ordine, de la genial colección de BBVA; es una conferencia extensa de una hora cuarenta minutos, titulada “La utilidad de lo inútil en nuestra vida” pero cada segundo vale la pena; ojalá muchos docentes pudieran ver la conferencia magistral, se aprende demasiado y no hay desperdicio.
El eje de la conferencia la prisa o velocidad con la que vivimos. El punto de partida es la relación duélica entre “el viaje” y “el destino”, entre el proceso de aprendizaje y el diploma… ¿Qué buscamos en la universidad: aprender y realizarnos o un título o diploma…?, para explicarnos utiliza una poesía de Kavafis titulada “Ítaca”… mantén en tu mente el destino pero disfruta y aprovecha el viaje lento… (frente a rapidez de la vida).
La necesidad de comprender lentamente la explica con un texto de Nietzsche, el prefacio de Aurora, escrito seis años después en la segunda edición del libro, situándose al margen, tomándose el tiempo necesario y aprendiendo de la calma; pero luchamos contra una sociedad vertiginosa preocupada por el dinero. La sociedad actual, veloz, no tiene tiempo en fomentar las relaciones humanas, es egoísta y arruina la escuela, la universidad, la investigación, el patrimonio artístico.
Las elecciones léxicas siempre tienen un significado, estamos “economizando” todo; el sistema educativo apunta hacia el “mercado”; hemos transformado a la escuela y a la universidad en “empresas”; damos prioridad a lo cuantitativo sobre lo cualitativo. El sistema educativo está premiando la eficiencia y la velocidad y no el nivel de excelencia; y citando al filósofo matemático Wittgenstein Nuccio nos recuerda: “Yo no estoy orgulloso de las cosas que he aprendido, de los libros que he escrito. Estoy orgulloso del esfuerzo que he hecho para aprender. Porque ese esfuerzo es el que hoy me da el derecho a la palabra”; en cambio la nueva pedagogía que invade al mundo debe ser lúdica y divertida, sin esfuerzo, y esto es un engaño… y esto también cambia a los profesores en burócratas y businessman, que pasan más en reuniones que reflexionando sobre su cátedra. Y esto, a la vez se vincula a los sistemas de evaluación dictados por tres organismos internacionales: OCDE, Banco Mundial y la OMC; así no formamos a ciudadanos libres y críticos, sino a consumidores pasivos, todos iguales, consumistas perfectos…
Respecto a las tecnologías y a la transformación digital que vivimos, Nuccio inicia señalando que la escuela y la universidad deben ser lugares para “desintoxicar a los estudiantes”; en segundo lugar, advierte sobre el costo-beneficio y la obsolescencia; en tercer lugar, nos recuerda que la fuerza de la cultura y de la enseñanza está en formar buenos docentes. Inmediatamente Nuccio lee la carta que escribiera Albert Camus, cuando obtiene el premio Nobel de literatura, a su maestro de secundaria Louis Germain, en dónde le agradece su apoyo.
La misión principal de la escuela y de las universidades debe ser “cambiar la vida de los estudiantes”; a los profesores ya no nos piden eso, sino que graduemos y demos diplomas; recortar dinero a las escuelas y universidades para la formación de profesores es no haber comprendido el desafío de la educación.
El teléfono móvil es muy importante para nuestras vidas, incluso puede salvar vidas, pero cuando el instrumento no está al servicio de la persona, y cuando en un aula no se puede apagar para una clase, esto significa que estamos esclavizados a instrumento; parece que nos desconectamos de la vida… Las tecnologías deben estar al servicio de la educación y no al revés.
La docencia no es un oficio, no es una profesión, es una vocación cuya principal misión es cambiar la vida de los estudiantes; hacer que estos jóvenes se conecten y descubran para qué están en esta vida y en qué pueden contribuir para que el mundo sea mejor. La presencia de un buen profesor es vital en la vida de los estudiantes.
Frente a la pregunta: ¿qué debo estudiar? ¿Lo que me guste o lo que me permita un buen trabajo?; y responde Nuccio, a riesgo de ser irresponsable, aconsejo: Escoge vuestra pasión. El dilema es pasión o hacer dinero. Los que estudian con pasión y estimulados por la curiosidad, al final consiguen oportunidades, sea lo que sea que hayan estudiado. Ser feliz con lo que haces con pasión no se cambia por todo el dinero del mundo. No te matricules para hacer dinero, en no pocos casos terminas siendo corrupto.
El futuro de una sociedad se mide con el nivel educativo de sus ciudadanos; invertir en la educación y en la ciencia impacta en el futuro, tanto a nivel cultural como económico. El premio Nobel de Economía, Amartya Sen, cuando estudió el caso de Kerala en la India, descubrió que invertir en educación y salud mejora la renta per cápita y en bienestar. Combatir la ignorancia es clave, se combate el racismo, el fundamentalismo, la intolerancia, la corrupción.
Leer a los clásicos: Estudiar un clásico para aprobar un examen no sirve de nada; los clásicos nos ayudan a comprender el mundo y a nosotros mismos y este es un rol del profesor. ¿Son aburridos o desactualizados los clásicos?, sólo si no sabemos utilizarlos; y a renglón seguido Nuccio utiliza una octava de “Orlando Furioso” de Ludovico Ariosto (1532) para plantear el machismo o patriarcado en la condena de una mujer infiel ¿y a los hombres la ley de Escocia no les castiga cuando son infieles? Luego sigue con otra cita de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry, para abordar el tema de los feminicidios: “No confundas el amor con el delirio de la posesión…”; los que matan mujeres dicen en los tribunales que amaban a las víctimas, pero no las amaban, se creían poseedores.
Luego sigue Nuccio con otra cita de El Principito, que engloba toda la conferencia, la prisa, las urgencias, las tecnologías, la deshumanización; ¿qué significa cultivar una relación humana?. El Principito llega al desierto y se encuentra con un zorro, y le pide que se acerque a jugar con él, y el zorro; y el zorro responde yo no puedo jugar contigo por que tú no me has domesticado. El término francés “apprivoiser”, no sólo significa domesticar, sino también crear lazos o familiarizarse. En la relación entre el Principito y el zorro el acto de domesticar es recíproco. “Si me domesticas tendremos necesidad uno del otro, serás para mí único en el mundo, seré para ti único en el mundo”. Con la rapidez no se construyen relaciones humanas genuinas, se necesita tiempo y poca prisa. “hay que ser paciente, dijo el zorro (…) cada día te podrás sentarte un poco más cerca (…) hubiese sido mejor venir a la misma hora, si bienes a las cuatro de la tarde comenzaré a ser feliz de las tres (…) descubriré el precio que tiene la felicidad (…) los ritos son necesarios (…) que es un rito, dijo el Principito, es lo que hace que un día sea diferente de los otros días”. La literatura y la poesía dicen lo indecible y lo invisible. Mientras que las redes sociales crean un espejismo banal de amistad…
La conferencia es muy extensa y aborda otros temas esenciales: valores, historia, bienes culturales, identidad, libros, entre otros; recomendamos verla y oírla “despacio” en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=co_F_zYqnEQ
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Investigador Educativo/opicardo@asu.edu