La firma de un convenio de cooperación entre los Congresos de El Salvador y Honduras fue la antesala para que el presidente de la Asamblea Legislativa salvadoreña, Ernesto Castro, manifestara que por primera vez en 200 años, ambos países comienzan a escribir su propia historia, fuera de “agendas extranjeras”.
“Nos hermana una historia, es una historia que por primera vez en 200 años la están escribiendo cada uno de nuestros pueblos, por primera vez en 200 años ya no son las agendas extranjeras las que están escribiendo las historias de nuestros pueblos, por primera vez en 200 años nuestros países tienen la oportunidad de que ya no sean esos poderes fácticos y esas oligarquías las que siempre han puesto las agendas para nuestros países”, expresó Castro en conferencia de prensa este jueves 11 de agosto de 2022.
Además, y siempre aludiendo al presidente del Congreso hondureño con quien Castro se reunió de forma bilateral antes de la rueda de prensa; el funcionario salvadoreño insistió en que ambos países ya no serán “campos de experimento” ni sus poblaciones serán marginadas.
Añadió que tanto en Honduras como en El Salvador la ciudadanía votó para que los políticos tomen decisiones ágiles y que no continúen haciendo lo mismo que, según Castro, realizaban los anteriores diputados, de sentarse solo a platicar sin tomar acciones que beneficien a la población.
“Esta toma de decisiones no es un camino fácil, tanto en Honduras como en nuestro país cuando el pueblo expresó su voluntad democrática, los que por años habían defendido la democracia se asustaron, y siguen asustados, porque se acostumbraron a dictar las agendas de nuestros países y el pueblo a través de un proceso democrático les dijo: basta”, afirmó Castro.
En su discurso volvió a arremeter en contra de las ONG, a quienes acusó de crear divisiones, de desinformar, de crear polémicas y de frenar la realidad. “Seguramente en Honduras es igual”, apuntó Castro.
Sin embargo, llegado el turno de hablar del presidente del Congreso de Honduras, Luis Redondo Guifarro, éste no secundó las palabras de Castro ni hizo alusión al tema, pero sí agradeció la ayuda que el presidente Nayib Bukele, llevó a los hondureños durante lo más álgido de la pandemia.
“Siempre esperé que a la primera oportunidad de estar aquí en El Salvador, nosotros que somos representantes electos por el pueblo de Honduras, en la histórica elección que puso a la primera mujer presidenta de Honduras con un récord histórico que la legitima en el poder, siempre pensé que la primera vez que viniera acá en nombre de esa representación, diríamos al pueblo salvadoreño: gracias El Salvador por lo que han hecho por nuestro pueblo”, manifestó el presidente del Congreso hondureño.
Guifarro ahondó en la cooperación que de ahora en adelante tendrán los parlamentos de El Salvador y de Honduras, de compartir historia, tecnología y armonizar leyes para brindar soluciones regionales.
El gobierno de Honduras no parece ser tan igual como lo pinta Castro. En enero de 2022 recién electa la presidenta de ese vecino país, Xiomara Castro, en su discurso inaugural prometió que buscará anular la reelección presidencial, que fue aprobada en el periodo gubernamental del saliente Juan Orlando Hernández.
En El Salvador, una declaratoria de los magistrados de la Sala de lo Constitucional impuesta por los diputados de Bukele da luz verde a la reelección presidencial inmediata, pese a estar prohibida por la Constitución.
El caso de Honduras sí es similar con El Salvador pero en ese punto, ya que la Constitución hondureña tampoco permite la reelección presidencial bajo ninguna modalidad, pero el expresidente Hernández lo hizo en las elecciones de noviembre de 2017, con el aval de la Corte Suprema de Justicia, tras sustituir a cuatro magistrados para favorecer esa y otras iniciativas con distintos intereses.
En abril de 2022, el expresidente Hernández fue extraditado a Estados Unidos para enfrentar acusaciones de supuesto narcotráfico y posesión de armas.