En entrevista con El Diario de Hoy, la diputada del partido VAMOS, Claudia Ortiz, conversó de varios temas, entre ellos, voto electrónico: considera que las condiciones actuales no dan la confianza para su implementación. Régimen de excepción: lo ve como una actitud reactiva que no resolverá el problema de la criminalidad a largo plazo. Reelección presidencial inmediata: no es posible, la Constitución lo prohíbe. Futuro de la oposición a 2024: nuevo proyecto político de un país alternativo, entre otros aspectos de la agenda política nacional.
¿Cómo los partidos de oposición podrían tener a 2024 una forma de hacer política diferente y hacer que las cosas cambien en la Asamblea?
Siempre he repetido que la oposición no solo está en la Asamblea, es más, tal vez no debe llamársele solo oposición, sino alternativa de país a los que nos gobiernan. Hay mucha gente, muchos grupos colectivos, plataformas, líderes, personas comunes y corrientes que tal vez no están organizadas, que no están contentos, que no están conformes, que están preocupados por la forma en que se está gobernando actualmente. Mucha gente no quiere regresar al pasado, eso creo que es imposible, esa página ya pasó, hay muchas cosas que han cambiado. Pero lo que vivimos actualmente, se percibe como retrocesos en el ejercicio más libre de la política. En el ejercicio más equitativo de los derechos de muchos colectivos. La oposición no solo está en la Asamblea y los partidos debemos entender que para poder seguir trabajando en esto, para poder seguir influyendo en las decisiones del país, no podemos conversar solo entre nosotros como partidos, política se debe hacer con la gente y de cara a la gente y construir propuestas con la gente. La Asamblea está cerrada en este momento a las propuestas de la gente. ¿Qué nos queda? Ante lo que nos gobierna actualmente, lo que nos queda es construir desde afuera con la gente, escuchando a la gente y viviendo esas realidades con diferentes colectivos en temas ambientales, de derechos humanos, justicia social, justicia transicional, la lucha contra la impunidad, la lucha contra la corrupción, tanta gente que desea un país diferente que no lo hemos logrado desarrollar en ningún momento, con ellos debemos construir esa propuesta de país alternativo a lo que actualmente se nos está prácticamente imponiendo.
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¿Qué tipo de proyecto político se va encaminando de aquí a 2024?
Siempre hemos escuchado discursos en la Asamblea de parte de la bancada oficialista, de que ellos están tomando decisiones en nombre del pueblo y que toda decisión que ellos tomen es porque el pueblo se los ha permitido y les ha dado la facultad de hacerlo, sin negociar, sin preguntarle a nadie. Eso no es del todo cierto, porque al poder no solo debe llegarse de forma democrática que es en elecciones, el poder sobre todo debe ejercerse de manera democrática, si usted es legítimo de entrada porque fue electo democráticamente tiene que mantenerse legítimo en el ejercicio, sino esa legitimidad se va desgastando en la medida que solo toma decisiones sin consultar, imponiendo, sin representar efectivamente las necesidades de la gente y sin tocar aquellas estructuras que nunca se han querido tocar en materia económica, en materia fiscal, en temas que realmente por justicia social es necesario hacer cambios profundos en El Salvador desde hace muchos años, y que van tres años y esas promesas de país no las estamos viendo aún con pandemia, aun con lo que quieran. En ese sentido, donde toda esta colectividad que tampoco está contenta y ha venido proponiendo, allí tenemos que entrar en ese diálogo en ese proyecto conjunto de país alternativo.
Pareciera que hay una contradicción entre la propuesta de reforma constitucional que plantea el vicepresidente Félix Ulloa sobre la reelección presidencial inmediata y lo que desean los diputados del oficialismo
La Constitución prohíbe la reelección inmediata, punto, no hay más que discutir, no deberíamos estar discutiendo si se puede o no se puede. La Constitución es clara, toda la tradición de diferentes constituciones que ha tenido nuestro país, ninguna permitió la reelección, estar discutiendo este tema es abrir la puerta a aceptar que la Constitución se puede violentar en algo tan fundamental. Lo que veo es diputados promoviendo eso, lo que veo son funcionarios del Ejecutivo de alto nivel promoviéndolo. Empecemos por cumplir la Constitución, empecemos por respetar los derechos reconocidos en la Constitución, me parece que es un tema que no debería haber espacios a media tintas, ya la Constitución lo establece así.
¿Cuál es su valoración sobre la aplicación del voto electrónico en un país en el que esto genera tantas dudas? bajo la sospecha que podría estar amarrado a otras reformas del RNPN ¿cómo se va hilvanando todo esto a un objetivo que podría ser una reelección?
Sí vemos un riesgo importante de instrumentalizar reformas electorales con la apariencia de que se está ampliando un derecho, que se está garantizando un derecho con una ventaja indebida de quienes tienen todo el poder de las instituciones y que, además, están terminando de controlar al TSE, vemos que hay diferentes situaciones a diferentes niveles, tanto en el Tribunal como en sus áreas técnicas, como también en la legislación que se quiere reformar, que puede abrir espacios a dudas sobre el proceso electoral, eso es delicado, porque hemos sido una de las democracias más estables en América Latina, a nivel de elecciones de alternabilidad en el poder, pero si vamos a dudar ya hasta de esto, estaríamos ante que El Salvador está ante cambios importantes en su estructura política y no necesariamente cambios que le estén dando más derechos a la ciudadanía, sino cambios que le están dando más poder a quien ya tiene el poder. En esta discusión que se iniciará de la ley de voto en el exterior vimos que se hicieron cambios importantes respecto a lo que se aprobó el año pasado, está aceptando el oficialismo que cometió errores al legislar de una manera apresurada en lago que es complejo y delicado. Algo importante del voto electrónico por Internet totalmente digital es que muy pocas personas con conocimiento tecnológico pueden hacer auditoría de ese procesamiento de datos. Otro aspecto que debemos poner atención es el DUI digital, cuáles serán los procesos de seguridad para que no sea cualquier persona con acceso a los códigos de ese documento digital que pueda usarlo para las elecciones.
¿Usted considera que en este momento el voto en el exterior puede ser garantía de que existan elecciones transparentes?
En este momento toda la institucionalidad que tenemos alrededor controlada por el partido oficial no nos da garantías aunque tuviéramos voto por Internet o voto postal en el exterior, es una pieza pero hay otras muy importantes también en el contexto en el que esto se hace, lo que se está proponiendo, implementando, lo que genera no es más confianza en el sistema, sino todo lo contrario.
¿Cuál cree que sea la razón por la que el gobierno aún no lleva a la Asamblea la propuesta de reforma a las pensiones? ¿Cree que sea un tema de cálculo electorero?
Primero hay que decir: el diálogo sobre este tema se ha tenido a puerta cerrada, en Capres, con algunos sindicatos, no se han incluido a todos los sindicatos, no se han incluido a todas las voces, no se han incluido de manera pública a quienes han estado luchando por este tema y que tienen mucho que decir. Yo veo que puede haber un dilema entre cómo va a plantearse la reforma de pensiones y si es capaz o no el Estado de llegar a cumplir a final de año o principios de 2023 con sus compromisos fiscales, sobre los $800 millones de eurobonos de 2023 y la deuda interna que tenemos que pagar en estos próximos meses. También los títulos valores que se han venido comprando a nivel interno. Puede ser que todavía hay un cálculo allí que el tema de las pensiones o la forma en que se plantea las pensiones va a permitir o no, o será necesario ocuparlo para también fondear un poco las necesidades que tiene el Estado, si alcanzará o no la recaudación que se está teniendo, etc., es delicado porque no lo digo como una especulación sin fundamento, es porque lo hemos visto en diferentes gobiernos, que se echa mano del fondo de pensiones para para solventar la deuda pública y es un síntoma de nuestro sistema, será muy difícil salir de esto en forma sostenible, ya que tiene que haber un costo que alguien lo asuma en diferentes sectores de manera proporcional a su capacidad de absorber cierto costo, el sector privado, Estado, trabajadores, cada quien en la justa medida de sus capacidades. Es un síntoma de la actual administración que las políticas se toman en caliente, como una reacción a, no como un plan que se quiere construir algo para el futuro, sino como una medida que reaccione y con el objetivo de mantener o aumentar popularidad, con fines electorales, sería delicado que el enfoque sea eso, cuando afectará a generaciones, que sea pan para hoy, hambre para mañana.
Y hablando de reacción. En el tema del régimen de excepción ¿considera que la actitud del gobierno ha sido reactiva?
Sí, es que ha reaccionado a una situación que se dio de un repunte de homicidios, pero no conocemos el Plan Control Territorial, nadie ha visto el documento, hemos preguntado a diferentes personas y entidades, un documento tal cual donde formalmente por escrito se establezcan cuáles son los objetivos a perseguir, resultados que promete, cuáles son los indicadores de éxito, como podemos decir si los fondos públicos se han utilizado bien, porque se han logrado los objetivos o no se han logrado, y cuando digo objetivos no solo es decir: hicimos tantos CUBOS, sino cuántas personas evitamos que cayeran en una red de criminalidad, o cuántas víctimas logramos atender, porque aquí también los grandes ausentes de las políticas públicas de seguridad antes y ahora, ahora más que antes han sido las víctimas, hablamos de perseguir el delito pero no resarcimos el daño que ha generado el delito en las personas y en su dignidad y en sus derechos y al final allí están las fosas clandestinas. Lo que hemos visto en los últimos tres años es una reacción y que la forma de ejecutar esto es muy marcado lo publicitario y que el régimen de excepción ha sido exitoso en la medida que hay una percepción durante estos tres meses de que hay mayor tranquilidad, lo que no hemos logrado determinar es si eso será sostenible en el tiempo, todos queremos que haya paz, que haya seguridad, que la gente se sienta tranquila, pero no queremos que sea al costo de la vida de gente inocente, a costa del abuso de los fondos públicos o del debilitamiento del sistema de justicia.
Sigue la tirantez del gobierno de El Salvador con Estados Unidos ¿Cómo lo ve usted?
Una cosa es la relación entre Estados Unidos y el gobierno de la República y otra es entre Estados Unidos y el pueblo de El Salvador, son dos cosas diferentes, cualquier persona, sobre todo tantos que tenemos nuestra familia en Estados Unidos, muchas que sus familiares están con un estado irregular, con TPS, algunos son residentes, otros tienen la dicha de poder ir y venir, pero con cierta incertidumbre de si ese permiso se alargará más o no, definitivamente hay intereses de parte del pueblo salvadoreño de tener buenas relaciones con el gobierno de Estados Unidos, con quienes toman las decisiones allí, así debería ser de la misma manera el gobierno de El Salvador que representa o debería de representar los intereses del pueblo salvadoreño, pensar que el capricho o la situación personal de un funcionario no es más importante que los intereses nacionales, eso es uno de los grandes yerros que ha tenido esta administración de desgastar y tratar de confrontar de una manera tan agresiva con un gobierno tradicionalmente que nos ha apoyado de diferentes maneras, con quienes tenemos relaciones importantes, cerca del 25% de los alimentos que importamos vienen de allí, también las exportaciones hacia allá, no es inteligente entrar en una confrontación y no se trata de tener que elegir aquí o acá, de agarrar bando, sino cuales son los intereses de El Salvador y cuáles son los socios con quienes nos podemos acercar más para tener apoyo para esos intereses. Como política exterior debemos tener muchas buenas relaciones con distintos países, pero hay algunas que son estratégicas.