Reynaldo González luchó solo por más de cinco minutos para que el incendio no se propagara en el taller de su primo, Cristóbal González; pero por más esfuerzo que hizo, no pudo evitar que trece vehículos resultaran dañados, diez de los cuales con pérdida total.
La infraestructura del taller y una casa contigua también fueron dañados por las llamas. El incendio ocurrió el sábado pasadas las 6:00 de la tarde en un taller automotriz, ubicado frente a la colonia San Antonio, en Atiquizaya, Ahuachapán.
Fueron más de cinco horas las que tuvieron que transcurrir para que bomberos, soldados, policías, empleados municipales y lugareños, lograran controlar las llamas.
El joven no salía de su asombro por lo ocurrido; principalmente porque cuando inició el siniestro sólo él estaba trabajando en el taller.
Este lunes, relató que se encontraba soldando un chasis de uno de los vehículos y presuntamente uno tuvo una fuga de gasolina, lo que habría causado el fuego cuando una chispa hizo contacto con el combustible.
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Las llamas alcanzaron recipientes de aceite, propagando con mayor facilidad el incendio.
El joven arriesgó su vida al querer apagar las llamas; de hecho, resultó con quemaduras leves en su hombro, en una sus piernas, manos y brazos.
En su intento por echarle tierra a las llamas, se cayó. Cuando el humo lo estaba asfixiando, se echó agua para continuar con su intento de salvaguardar los vehículos; incluso, en su desesperación, buscaba encender algunos de estos para sacarlos caminando, pero le resultó imposible.
“La verdad no lo pude evitar; quise apagar el fuego, intenté de todas formas, busqué arena, extinguidor; pero todo fue demasiado rápido. Quise sacar los vehículos que estaban aquí… Las personas (estaban) afuera; les decía ‘ayudenme, llamen a los bomberos para que vengan a apagarlo’, y me decían que no entrara porque podía explotar; pero no escuché nada, la verdad no escuché nada. De ahí no soporté el vapor y me vine corriendo para acá (una de las zonas del taller), de ahí ya no hallé qué hacer, mejor me salí”, relató el joven con lágrimas al recordar lo sucedido.
En los doce años de experiencia en el área automotriz, es la primera ocasión que tiene un incidente de esta naturaleza.
Aunque fue una accidente laboral, el joven señaló que se siente apenado con los propietarios de los vehículos y con su primo, a quien no puede ver al rostro por el mismo sentimiento.
“Cuando vi eso me afligí porque es mi familia. Yo sólo quería rescatar lo que estaba adentro; pero lastimosamente ya no pude. Se siente la culpa de lo que sucedió porque yo solo estaba… Me siento bien apenado con todo lo que pasó; nunca pensé que pasara”, relató.
El propietario del taller indicó que no ha cuantificado las pérdidas, que incluyen los vehículos, repuestos, aceite, herramientas y los daños en la infraestructura.
Él pidió paciencia a los propietarios de los vehículos para poder responder por su valor. Señaló que diez vehículos tienen pérdidas totales y tres parciales, por lo que buscarán reparar estos últimos.
Mientras que el propietario de la casa afectada, Manuel de Jesús Vargas, señaló que todas las pertenencias se quemaron en el incendio.
Al momento del siniestro se encontraba con su esposa Berta Lidia Corado; por lo que al observar la humareda tuvieron que salir de la vivienda.
El lunes, empleados de la alcaldía de Atiquizaya ayudaban al nonagenario a limpiar los escombros de su casa. A ellos les han prometido ayuda
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