Los fanzines, espacios literarios sin tapujos ni censuras

Los fanzines pueden describirse como una iniciativa que rompe los esquemas creativos y literarios de manera anónima o pública, es para los fanáticos de algo.
El mundo de los fanzines es tan revolucionario hasta la fecha, que dar una definición concreta es difícil, por ello cada creativa salvadoreña tiene su definición.

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Johana Farela, cantante de la banda State Abolition y creadora de “Escena del crimen”, describe a los fanzines como un diario: “Si no sabes cómo expresar lo que pensás y sentís, esta es la mejor forma de sacar todo lo que querés decir”, dijo.

Mientras que para Medusa y Clowni, artistas independientes quienes de manera anónima han creado “Feminasty”, definen a los fanzines como un espacio necesario, independiente y contestatario.
Por otro lado, para Julia Valencia, creadora del “Violenzine”, define  un fanzine como un medio eficaz y llamativo para atraer a la gente y que conozca, de forma dinámica y estéticamente atractiva, un tema.

Asimismo, Jennifer Velásquez, diseñadora del fotozine “Sábados para siempre”, los define como comunicación cultural de una forma más íntima y una ventana a un contexto histórico, pues “muestra subculturas que tienen influencia en la vida cotidiana de un país, pero que son relegadas”.

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Lo que signifique para cada persona, lo que quiere decir fanzine es válido desde el objetivo que tiene la elaboración del mismo, pero lo más importante, más allá de una definición, es que empodera la visión del “hazlo tú mismo”.
Aunque en los últimos años la cultura fanzine se ha conocido como parte de las diferentes subculturas musicales, las entrevistadas manifestaron haber llegado a los “zines” por otros medios, e incluso han conocido el movimiento social de estos proyectos fuera de las fronteras, al estar en festivales y encuentros relacionados.
Luego, al haber hecho el experimento y crear su propio proyecto, cada una tiene su punto de vista sobre su importancia.
Por ejemplo, Julia Valencia, quien es diseñadora gráfica y que a través de “Violenzine” habla de manera informativa sobre la violencia machista en El Salvador, expresa que  hacer “zines” es importante por la necesidad de llegar a más gente con diferentes temáticas, en su caso, informar de manera rápida y también llamativa.
De igual manera, Jennifer Velásquez cree que el interés de hacer fanzines radica en que este formato permite plantear puntos de vista sobre temas que en periódicos o revistas no son comúnmente expuestos por ser más progresistas e “incomodos”, para algunos sectores muy conservadores.
Para Medusa y Clowni, quienes crean arte desde una postura feminista, lo valioso es ampliar los espacios de expresión de las mujeres y las luchas sociales sin censura, “con nuestras reglas, nuestros manifiestos”, sostuvo Medusa.
Para las creadoras de “Feminasty” lo que se puede crear en unas simples páginas de papel en blanco es sanador y liberador, “muchas veces las cosas no se dicen, no porque no se tenga una postura al respecto, sino porque hay miedo”, expresó Clowni.

Mientras que Johana cree que el arte que implica armar un fanzine también puede ayudar a transmitir la temática de manera más sencilla, en especial si las cosas se escriben.
La única regla básica e importante de los fanzines es que sean una plataforma de bajo costo, para que más personas sientan la accesibilidad de aprender más sobre los temas que no se ve en medios comercializados, una realidad que sucede en la vida cotidiana y que nadie reporta, en  fotografías, opiniones y pequeños textos que permiten la libertad de expresión bajo cualquier contexto, incluso el represivo.
Si estas interesado en conocer más sobre la cultura fanzine y su infinito universo, este sábado en la “Resi” puedes acercarte a la noche de fanzines y expo, a las 7:00 p.m., el cover es de $1.