Estas finales de la NBA han tenido de todo, remontadas, victorias de los visitantes, cambios de liderazgo en un mismo partido hasta más de 10 ocasiones, triples increíbles, canastones, tapones, un espectáculo a todo dar.
Sin embargo, hay un aspecto que llama poderosamente la atención, que pese a que se ha tildado a estos Warriors de Currydependientes, pudieron salir adelante ante la peor versión de su mejor estrella.
Stephen Curry lanzó para cero, sí, cero triples en nueve intentos por primera vez en su carrera. Además, rompió con una racha de 132 partidos de playoffs en la NBA anotando triples, récord por su puesto.
Pese a eso, pese al "peor Curry", los Warriors tiraron de equipo para complicar y derrotar a unos Celtics que se desmoronaron anímica y físicamente. Tras remontar en un abrir y cerrar de ojos en el arranque de un tercer cuarto maravilloso para ellos, los de Boston simplemente vieron cómo, pese a que Curry no andaba "on fire" desde tercera dimensión, les sacaban más y más diferencia en los puntos, hasta que se quebraron mentalmente.
Ni dos triples de su máxima figura, Jayson Tatum les metió en el partido en ese momento. Brown, perdido en la cancha desde el inicio, hizo mucha falta con sus puntos, pero también todo el equipo en general cometió demasiadas pérdidas de balón. Estos Celtics son geniales para defender y para volver en los partidos, pero hasta cierto punto. Lo consiguieron con algo de tiempo en el primer juego de la serie, precisamente en San Francisco, pero no la noche del lunes, en la que perdieron por un doloroso 104-94 que bien pudo ser por más.
Pero esta serie final ya vio también ganar a los Celtics con el peor "Tatum",, cuando brilló Brown. Y cuando Curry no apareció en toda su dimensión para los Warriows, si lo hizo Andrew Wiggins, quien lideró la victoria con 26 puntos y 13 rebotes y asumió las responsabilidades de su apagado compañero (16 tantos).
Tatum, con 27 puntos, y Brown, con 18, no tuvieron sus mejores partidos, en unos Celtics que cometieron demasiadas pérdidas de balón (18 por 6 de los rivales). Ninguno, además, luce ser capaz de aparecer en la "chiquita", ese tramo final reservado para las súper estrellas a donde glorias como Jordan, Bryant, LeBron o incluso el mismo Curry han aparecido para cargar a sus equipos cuando parecen vencidos, en el cierre de partidos, con tiros imposibles.
Ambos, eso sí (Tatum y Brown), han sido factor para los dos juegos que ganaron en esta serie que pierden por 2-3, pero necesitarán más que buenos cierres de partido, necesitarán al mejor Al Horford, a la tremenda defensa de Smart, al dominio en la pintura de Williams III, a la magia y triples de White, a la potencia arriba y abajo de Grant Williams, y ser más equipo que los supuestos "Currydependientes" para poder vencer a unos Warriors renegados por muchos, pero que están a punto de confirmar que son, ya, una dinastía.
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