Sara, de 44 años, Rosa, de 53, y Jacquelin, de 55, sumaron a sus vidas una nueva razón para sonreír.
Las tres son sobrevivientes de cáncer de mama y recién recibieron un sostén con prótesis, el mismo que cubrirá la mastectomía.
Estas mujeres, las primeras dos amas de casa y la tercera oficinista, coincidieron al relatar los difíciles momentos que han vivido durante 4 años, tiempo en que fueron diagnosticadas, iniciaron el tratamiento (radiación y quimioterapia) y también les debieron extirpar el seno afectado.
Ellas sonríen, pero por momentos pausan el relato para recordar detalles de lo vivido, alguna llora al profundizar en su experiencia.
También hablan sobre la inmensa fe puesta en Dios a lo largo de su proceso médico.
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“Me diagnosticaron en marzo de 2020, pasé consulta por que sentí un bolita en el seno derecho, dejaron una serie de análisis que lo confirmaron, inició la quimioterapia en abril (fueron cuatro meses), en agosto me extirparon el seno”, relató Rosa.
El cáncer de mama es un cáncer que comienza en el tejido mamario. Ocurre cuando las células de la mama cambian y crecen sin control. Estas células suelen formar un tumor.
En El Salvador, para el año 2018, el cáncer de mama representó el 14.4 % del total de cánceres, con una tasa de incidencia de cáncer de mama en mujeres de 40 casos por 100,000 habitantes, según información publicada por Alerta, la revista científica del Instituto Nacional de Salud.
En 2020 aumentó el registro de casos diagnosticados de cáncer de mama. En ese año, la tasa de incidencia fue de 41 casos por 100,000 habitantes.
“Es duro recibir la noticia que se padece cáncer, y aún se complicó más porque ocurrió en lo más fuerte de la pandemia. Gracias a Dios hubo familia, y amistades que apoyaron”, continúa Rosa.
Según la Organización Mundial de la Salud ( OMS), en 2020, en todo el mundo se diagnosticó cáncer de mama a 2.3 millones de mujeres, y 685,000 fallecieron.
A fines del mismo año, 7.8 millones de mujeres a las que en los anteriores cinco años se les había diagnosticado cáncer de mama habían sobrevivido.
“Se debe asumir. Mis hijos eran los más desconcertados, y era peor porque el papá de ellos estaba en el proceso del cáncer de próstata”, concluye Rosa.
“Es difícil verse sin un seno”
Sara recuerda que hasta llegar al hospital le fue complicado, pues cuando se sintió “una como masita” en su seno el servicio de transporte público estaba restringido en el contexto de la pandemia.
“No aguantaba mi seno, se puso de todos colores, estaba caliente, inflamado, ni ponerme ropa podía. En el Hospital de la Mujer me hicieron la biopsia, muy dolorosa por cierto, en menos de un mes me llamaron por los resultados. Para mí fue algo muy fuerte”, relató Sara.
En tres meses el cáncer llegó a tipo III, uno de los estadíos más avanzados y agresivos.
“Hubo muchos malestares dolorosos con la quimioterapia, pedía a Dios que me diera fuerzas, lo principal fue no caer en depresión, es una lucha diaria”, añadió Sara.
“Es una pesadilla”
Jacquelin se remonta hasta 2019 cuando por medio de análisis de rutina descubrió una “bolita”, el proceso fue duro y complicado.
Ella resiente los efectos paralelos en otros órganos (hígado y pulmones) de su cuerpo a causa del tratamiento contra el cáncer.
“Cuando recibí la noticia lloré mucho, cuestioné ‘¿porqué yo?’. De allí, una cosa complicó otra, pero seguimos aquí y hay que seguir luchando. La familia y los amigos son un gran apoyo, pero primero la confianza en Dios”, dijo Jacquelin.
Añadió que “recibir la prótesis es de gran bendición”.
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La donación
La entrega de los sostenes con prótesis fue gestionada por la Asociación salvadoreña para la prevención del cáncer, Asaprecan.
“El proyecto en general se llama ‘Previniendo el cáncer de mama en El Salvador’, y uno de sus componentes es el programa de prótesis solidarias”, explicó la doctora Lisseth Ruiz de Campos, presidenta de Asaprecan.
Asaprecan tiene 15 años de trabajar en la prevención y detección temprana del cáncer en sus diferentes tipos. El esfuerzo contra el cáncer de mama brinda pruebas de detección temprana a 1,500 personas al año.
Para el caso especifico de la donación de sostenes con prótesis fue Avon, la empresa de cosméticos, la que los donó.