Hacía un par de meses que no manejaba en la hora punta de la mañana de un lunes por la Carretera Panamericana, entrando por Santa Elena, continuando por la Alameda Araujo hasta la avenida de La Revolución, doblando a la izquierda hasta el redondel de la Zona Rosa y seguir por el Bulevar del Hipódromo hasta la 75a Avenida, para entrar en el redondel Beethoven y cruzar a la izquierda al Paseo Escalón hasta llegar al Centro Español. Realicé el trayecto en solo 25 minutos, cuando en otros momentos he tardado un poco más de una hora. Llegué tranquilo 20 minutos antes del tiempo que por las “trabazones” a esa hora del lunes supuse necesitaría.
Había el tráfico normal y la clave de la fluidez fue que policía o los gestores de tráfico controlaban que los vehículos respeten estrictamente los semáforos y no se queden atrapados en el cruce cerrando en paso. Evitando la manía de entrar en el cruce porque el semáforo está verde, aunque saben que no podrán pasar, porque la calle a continuación está bloqueada. Es básico entender que si “intencionadamente” bloquean el cruce, también bloquean el tráfico. Visto desde muy arriba, el sistema de tráfico es como una tela de araña, todo está interconectado y según la densidad se reducen las holguras y la flexibilidad del sistema, con lo que se crean las famosas “trabazones”.
El sistema de circulación es un conjunto de disciplinas sencillas y básicas que todos sabemos y funcionaría mejor si las aplicamos:
-No entrar en un cruce colapsado aunque el semáforo esté verde. -Mantenerse a la derecha y dejar libre el carril de la izquierda.
-Permitir que entren los vehículos que lo solicitan con la vía. -Entrar en la carretera en el carril de la derecha y mantenerse en él hasta alcanzar la velocidad suficiente.
-Respetar el límite de velocidad en el carril de la derecha y permitir que otros vehículos adelanten por la izquierda.
-Si tiene que parar por una avería estacionar lo más a la derecha posible, dejar libre el carril, señalizar y nunca parar en una curva.
-Si pone una piedra para evitar que su vehículo se mueva quítela antes de irse.
-Si el tráfico va lento no use el claxon para desahogarse, cuando hay demasiados vehículos, el sistema de circulación se ralentiza y se debe tener paciencia.
-Si es dueño de rastras y contenedores ordéneles a sus motoristas que no los aparquen a la orilla de la carretera, ni en las calles de la ciudad y menos en los ejes preferenciales.
-Si es dueño de buses ordene a sus motoristas que respeten las señales de tráfico, cierren las puertas, respeten su horario, manejen ahorrando combustible y parar solo en las paradas de buses, pues acelerar y frenar continuamente consumen al menos 20% más de combustible y polucionan el medio ambiente. Y si viaja en moto no tiene ningún privilegio y en un accidente recibe la peor parte.
Desde el 2020 pusieron en Holanda la obligatoriedad de abrir la puerta con la mano derecha, pues al girarse ve el retrovisor izquierdo y mira hacia atrás si viene una bicicleta, una moto u otro vehículo. La medida se está implantando en toda Europa, y en España, si no lo hace, la multa son 260 euros.
Manejar correctamente es sencillo, le ahorra tiempo, combustible y llegará al trabajo y a la casa menos molesto por los problemas del tráfico. Si cada día más personas se suman a poner en práctica “la urbanidad y la cortesía vial”, reduciremos los accidentes y el estrés.
Resumiendo: Cuando se encuentre en una “trabazón”, tranquilícese no la complique más y haga su parte para desbloquearla.
Ingeniero/pedroroque.net