Detrás de la pelota se esconden muchas historias. Una de ella es la de Guisselle Méndez, jugadora del AD Chalatenango femenino de la Liga Mayor y quien la semana pasada se graduó como bombera. Es parte de las pocas mujeres que conforman el Cuerpo de Bomberos de El Salvador.
“Se me dio la oportunidad de ingresar a la academia. No fue fácil, al principio estuve a punto de dejar este sueño, pero mi familia es mi apoyo y me aconsejaron para continuar con esto. Ellos creían en mí y así logré terminar este proceso”, comentó con mucho orgullo, la chica procedente de Sensuntepeque, Cabañas.
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“Ichi”, como también es conocida Guisselle, desde 2019 integra al equipo chalateco, donde participa como defensa. Este año tuvo que dividirse para cumplir con los partidos y participar en la academia, pues detalló que “fueron cuatro meses los que estuvimos internadas, completando el curso”, pero sin descuidar el lado deportivo, pues explicó que “me había llevado un balón para mantenerme practicando. Me ponía a jugar con los hombres, para no descuidar mis entrenamientos. El fin de semana, que teníamos libre, me integraba al equipo para jugar. Ellos también me han apoyado muchísimo para cumplir este sueño”.
Méndez mencionó que el deseo de ingresar a este cuerpo de socorro inició por un hermano mayor: “como hace un año, (él) entró al cuerpo de bomberos y llegaba contando que rescataba a tal persona o que había un incendio en tal vivienda y salvamos tales pertenencias. Esas historias me emocionaron y me motivaron a entrar a la academia”.
Esto también lo tomó como un reto personal, pues: “en el país solo había tres mujeres activas. Entonces, decía, si ellas pudieron porqué yo no. Conmigo se graduaron 49 mujeres más, pero sigue siendo un número bajo a nivel nacional”. Añadió, “he escuchado que los hombres que están como bomberos tratan de menospreciar a la mujer, solo por ser mujer. Queremos demostrar que sí podemos. De mi parte siento que aprendí mucho”.
Guisselle asegura que está capacitada para “apagar incendios, capturar animales (para regresarlos a su hábitat natural), dar primeros auxilios, rescate de personas en vehículos en un accidente de tránsito y también en la recuperación de cadáveres”.
En el poco tiempo que lleva cumpliendo con esta labor, explica que “ya participé en algunos incendios forestales, que fueron durante el curso. También en un incendio de vivienda, que fue provocado por una fuga de gas, pero gracias a Dios los daños no fueron mayores. Otro fue recuperación de una culebra, que había ingresado a una casa”, dijo.
Además de este título como bombera, Guisselle Méndez también cuenta con un técnico en Mercadeo, el cual obtuvo antes de entrar a la Liga femenina.
A dos bandas
Según explicó la sensuntepecana, el formar parte del cuerpo de bomberos no le complica para seguir jugando con el AD Chalatenango en la Liga femenina.
“Gracias a Dios se me da el chance, porque nosotros estamos cumpliendo turnos de 48 horas, con el que paso cinco días fuera de servicio porque el grupo es bastante grande. Entonces esto me da el chance para no dejar de jugar. También en el equipo, porque saben que soy una persona disciplinada con los entrenamientos, me dan la oportunidad para cumplir con mis labores como bombera”, apuntó.
Lastimosamente, Méndez y el AD Chalatenango no lograron pasar la fase regular en el torneo Clausura 2022. Sin embargo, el equipo ya comenzó la planificación para el siguiente torneo, con el objetivo de ser protagonistas e Ichi quiere mantenerse en este proyecto, con el objetivo de llegar lejos.
En lo deportivo, la defensora de las chalatecas desea “algún día llegar a Selección nacional. Es uno de mis sueños más grandes. He decidido luchar por obtener mi trabajo y cumplir el deseo de ser bombero, también sé que puedo cumplir ese objetivo de representar al país”.
Mientras que a nivel académico profesional: “Quiero terminar mis estudios, sacar mi licenciatura y también prepararme un poco más académicamente, porque tengo muchos sueños por cumplir”.
Una de sus filosofías de vida está en que “hay más tiempo que vida”, por ello quiere aprovechar cada uno de los momentos para ir paso a paso en busca de sus objetivos personales, ahora como una jugadora bombera, pero sin dejar que se apague la llama de sus sueños.