Santos P., de 22 años, continuará en prisión luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusó del delito de violación de menor e incapaz en perjuicio de una adolescente de 13 años, con quien mantenía una relación de noviazgo, de acuerdo a las investigaciones.
El Juzgado Cuarto de Paz de Santa Ana realizó la audiencia inicial en perjuicio del sujeto, decretando la instrucción formal con detención provisional.
El acusado inició una relación de noviazgo con la menor, algo a lo que los padres de ella se oponían.
VER: Joven es condenado a 14 años de cárcel por violación de niña de 14
El 31 de marzo pasado, el ahora detenido llegó a la casa de la adolescente aprovechando que los padres se encontraban trabajando.
Ese día, sostuvieron relaciones sexuales; sin embargo, una hermana menor de la adolescente descubrió lo que estaba pasando y le contó a los padres, quienes optaron por interponer la denuncia ante las autoridades correspondientes.
El sujeto fue detenido por la Policía Nacional Civil (PNC) el mismo día del hecho en el término de la flagrancia. La captura ocurrió en una zona rural del municipio de Santa Ana, de acuerdo a fuentes judiciales.
El informe “Las voces de los Niños, Niñas y Adolescentes de Latinoamérica y el Caribe”, realizado por el Movimiento Mundial por la Infancia, señala que en el 75 % de los casos de abuso sexual hacia menores hay una relación directa del agresor con la víctima.
En el 2020, al menos siete niñas y adolescentes fueron víctimas de delitos sexuales cada día en El Salvador, según datos de la Policía Nacional Civil (PNC) a los que la agencia de noticias EFE tuvo acceso y que retomó El Diario de Hoy.
Las cifras obtenidas de un banco de datos de la Policía Nacional Civil, que actualmente se encuentra deshabilitado, indica que entre enero y diciembre de 2020 se registraron 6,174 delitos sexuales, de los que aproximadamente el 49.5 % fueron cometidos contra menores de edad.
La sicóloga Yesenia Quiñonez ha planteado, en otras ocasiones, que para las víctimas de violencia sexual, sobre todo cuando este hecho se da en la niñez puede tener efectos significativos, como aumentar el riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual, sufrir problemas de salud mental, emocional y físicos.
Entre estos últimos destacan retrasos en el desarrollo cognitivo, afectar en el rendimiento escolar, surgir el abandono escolar y embarazos prematuros.
“Los niños y niñas que sufren de abuso sexual suelen sufrir de estrés tóxico lo cual puede afectar la estructura y funcionamiento cerebral y cognitivo de por vida o en algunos casos posiblemente una vez superado el evento traumático puede manifestarse hasta la edad adulta”, indicó la profesional de la salud.