Los oscuros caminos y turbios tratos que ha transitado el príncipe Andrés siguen pasando factura a su familia. Los escándalos no parecen tener un punto final en su vida, y ahora una investigación del rotativo británico The Telegraph ha revelado un caso de corrupción que no solo involucra al tercer hijo de la reina Isabel II sino que ha salpicado a sus hijas, Eugenia y Beatriz de York y a su exesposa, Sara Ferguson.
Todo recae en una millonaria suma que recibió el príncipe Andrés de parte de la multimillonaria turca Nebahat Evyap Isbilen por la ayuda que ella recibió del polémico miembro de la realeza para conseguirle un pasaporte del Reino Unido tras su huída de Turquía. Sin embargo, tabloides como el Daily Mail han asegurado que la suma recibida fue en realidad un "regalo" para la boda de Beatriz, hija mayor del duque, quien se casó en 2020 con Edoardo Mapelli Mozzi.
De acuerdo con los medios ingleses, Isbilen entregó 90 millones de dólares a su asesor financiero (Selman Turk , un ex banquero de Goldman Sachs), "de los cuales cerca de 1 millón 300 mil dólares fueron supuestamente destinados al duque de York, 300 mil dólares a Sarah Ferguson, su ex esposa, y 32 mil dólares a la princesa Eugenia, su hija menor".
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Ante la nueva información que comienza a acaparar los titulares de la prensa internacional, el Palacio de Buckingham no ha emitido ningún comunicado y existe un hermetismo total.
The Telegraph indicó que se cree que la princesa Beatriz y la princesa Eugenia no tuvieron conocimiento de los tratos de sus padres con Turk.
Fue el pasado 31 de marzo de 2022 que la princesa Eugenia se pronunció y declaró que: "recibí una carta de los abogados Peters & Peters que representan a su cliente Nebahat Evyap Isbilen en su demanda contra el Sr. Selman Turk y varias empresas. No conozco ni a la señora Isbilen ni a Turk (ni ningún otro detalle de la reclamación) y me sorprendió recibir esta carta, en la que se me pedía que explicara dos pagos realizados en mi cuenta bancaria en octubre de 2019, que entendí que eran regalos de un viejo amigo de la familia para colaborar en la organización de una fiesta sorpresa para mi madre, Sarah, en su 60 cumpleaños".