Tras la detención de por lo menos 3,000 personas hasta el martes por la noche, en el marco del régimen de excepción que vive el país desde el domingo 28 de marzo, decenas de familiares de dichos detenidos hicieron largas colas este miércoles en diversos puestos policiales del país, así como el lunes y martes pasados, entre la desesperación de no tener información alguna sobre su paradero.
El presidente Nayib Bukele ha expresado en Twitter que "ninguno saldrá libre"; sin embargo, decenas de familiares de los detenidos alegan que las acusaciones de que pertenecen a pandillas o grupos criminales no son reales.
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Una joven llegó junto a su hija para que la pequeña pudiera despedirse de lejos de su papá, quien iba detenido en un autobús. La mujer explicó que su pareja solo salió a vender a la calle y ahí fue detenido; señaló que lo único que él hacía era buscar el sustento para su familia, incluidos los pampers de su hija.
Foto EDH/ Jessica Orellana
"Apenas tenemos para comer, él solo salió a trabajar, para comprarle pamper a la niña. No es justo que lo capturen así. Todos los días hemos estado preguntando dónde está, cómo está. Lo que más miedo nos da es que está con pandilleros, él no es nada (de grupos criminales), es injusto", insistó la mujer.
"Nuestros hijos han andado cargando las cajas (de víveres) que repartió el Gobierno (durante la pandemia), les pagaron 15 dólares, ahora ya se les olvidó y los han capturado", señaló una familiar de un detenido, mientras luchaba por obtener información entre las filas de personas en la delegación de la Calle Concepción, en San Salvador, conocida como El Penalito.
Un agente policial presente en el lugar dijo que buena parte de los capturados han sido trasladados al penal de Izalco.
Delmi, una familiar de dos jóvenes que fueron capturados en la comunidad Nueva Israel, señaló que "gente pobre han agarrado, acá habemos personas que hemos votado por el presidente" Nayib Bukele.
"El hecho de que yo no haya tenido (dinero) para darle más estudio a mis hijos no quiere decir que ellos anden en cosas malas. Se los han llevado por agrupaciones ilícitas, los han sacado desde las casas", agregó Delmi.
Otra mujer señaló que "a mi pareja lo agarran cuando trabajaba, él es inocente. Ya lo habían agarrado y lo soltaron, porque él era inocente. Después, lo volvieron a agarrar otros policías sin preguntarle ni más, solo lo agarraron", una situación de arbitrariedad policial que es una denuncia común entre las personas que buscan datos sobre sus familiares detenidos.
"Ahora me tocará a mí ver cómo saco adelante estos días a mis hijos", expresó la mujer.
La madre de un joven detenido expresó que las últimas palabras que escuchó de su hijo fueron: "mamá, ya me voy a vender y después iré a la iglesia". Luego, se enteró de que su hijo estaba detenido en medio de las redadas impulsadas por el Gobierno desde el domingo pasado, y no ha vuelto a tener información sobre él.
La aprobación de las reformas a las leyes en materia de seguridad, código penal y grupos terroristas dejaron errores en formulación o aplicación expuestos por diputados de oposición en sesión extraordinaria. Video EDH / Miguel Martínez
Foto EDH/ Jessica Orellana
Denuncias
Los familiares de los detenidos insistieron en que ha habido golpes, maltrato y violencia, no solo para quienes han sido llevados a bartolinas, sino también para los propios familiares que llegan a pedir información.
"Acá nos tratan como animales, nos ultrajan por venir a preguntar por nuestros familiares, cuando solo nosotras sabemos que ellos son inocentes", expresó una señora.
Una mujer de otro detenido agregó otra situación que están enfrentando como consecuencia de estas redadas, pues "mientras mi marido está preso, yo tengo que estar acá afuera con mis hijos, porque ¿cómo los dejo solos en casa?", preguntó, ante una situación que le impide trabajar para sostener a sus hijos.
Nohemy Zelaya aseguró que los agentes policiales llegaron a sacar a su pareja de la casa: "él es albañil y lo han sacado de la casa, mi pobre hijo llorando, y un policía solo le tiraba la gran luz de la lámpara, no le importaba que estuviera llorando" el niño, narró.
"El niño le tiene miedo a los policías y todas las noches llora por el papá, él es inocente, si el albañil es", expresó Zelaya, quien viajó desde Santiago Texacuangos y recorrió tres delegaciones hasta ubicar a su pareja y logró unos minutos para poder verlo.