El Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1 casi se suspende, luego de un atentado terrorista que ha dejado a los pilotos con los nervios de punta. Y es que los rebeldes hutíes de Yemen lanzaron misiles a una refinería de la empresa Aramco, una petrolera controlada por el estado saudita, y que también es la principal patrocinadora del evento.
Esto provocó una enorme explosión y humareda justo cuando se realizaban los entrenamientos libres, que incluso se vieron interrumpidos mientras se valoraba la situación de seguridad para los pilotos, debido a la proximidad de la zona atacada.
Además, los rebeldes anunciaron que habría más ataques contra instalaciones vitales en la capital con un "lote de misiles", según los reportes de la agencia de noticias Saba.
Todo esto llevó a que la Fórmula 1 se pusiera en alerta, y los pilotos, los dirigentes de los equipos y la organización se reunieron previo a la segunda sesión de entrenos libres, y, posteriormente, volvieron a encerrarse por casi cinco horas mientras se debatía entre los pilotos el no salir a competir hoy la clasificatoria. De hecho, trascendió que algunos valoraron marcharse inmediatamente.
Las autoridades llamaron a la calma, y, finalmente, se determinó que sí habrá competición y que todos los pilotos correrán. Aunque esto dependerá también de que las condiciones se seguridad se mantengan y que no ocurran más atentados cercanos a la pista.
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