El desgarrador testimonio de una joven ucraniana que logró sobrevivir a los horrores de la guerra desatada por Rusia y escapó de la ciudad para denunciar como los soldados invasores están asesinando a los civiles que buscan refugio en los subsuelos, violando mujeres y cometiendo atrocidades.
“Irpin es un infierno. Hay muchos soldados rusos que se limitan a disparar a la gente que entra en las casas particulares y, en el mejor de los casos, sólo echan a la gente de sus casas. Violan a las mujeres y se limitan a tirar a los muertos. Abren los sótanos donde se esconde la gente y les disparan” detalló Anastasia Taran, de 30 años, en un reportaje especial publicado por EuromaidanPress.
Los civiles en Irpin quedaron atrapados entre los brutales ataques, miles de personas intentaron escapar caminando por los puentes que conectaban con Kiev, pero estos fueron bombardeados el 5 de marzo. “Nuestro puesto de control está frente al puente, hay que tener mucho cuidado allí porque los ocupantes disparan. Estuvimos bajo el fuego de los morteros, las explosiones estaban a 50-100 metros de nosotros. Hay que escuchar atentamente las instrucciones de nuestros soldados: si gritan “cielo”, significa que hay que esconderse, si gritan “corre”, significa que hay que huir al siguiente refugio” detalló Anastasia, notablemente afectada.
En sus redes sociales Anastasia están compartiendo información para las personas que buscan salir de la ciudad.
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“Sólo teníamos nuestros papeles y los gatos” al momento en el que Anastasia y su esposo tuvieron que salir de la ciudad debido a que pasaron una semana incomunicados, sin internet, electricidad, calefacción ni agua en Irpin cuando decidieron tomar únicamente lo que pudieron para escapar bajo el consejo de un vecino “En nuestra casa vivía un chico de Lugansk que ya lo había vivido y dijo que la situación sólo empeoraría. Argumentó que era el momento adecuado para irse. Empaquetamos las cosas por nuestra cuenta y riesgo. Cada uno se llevó lo que pudo” señaló en su testimonio retomado por el diario argentino Infobae.
Según la publicación el grupo salió a pesar de no tener el conocimiento de la situación en los alrededores o los puestos de control impuestos por los soldados rusos que impedían el paso a muchas personas.
Aunque ahora se encuentra segura con su pareja y sus tres gatos en Lviv, ciudad cercana a Polonia confesó que “todavía estoy ansiosa. Me da miedo el silencio porque constantemente se espera algo malo de él. Todavía me da miedo salir a la calle: siempre busco refugio”.
Irpin fue una de las primeras ciudades bombardeadas hasta reducirla a escombros el suburbio contiguo a Kiev ahora se encuentra como una ciudad fantasma debido a la muerte de civiles y la movilización de los sobrevivientes.
Con información de AFP