Por La red nacional de salud siempre ha sido una piedra en el zapato para el gobierno que sea. Es fácil entender que un país como el nuestro con múltiples factores de riesgo para enfermedades y una transición demográfica con más enfermedades crónico degenerativas y sin un diagnóstico situacional del estado de salud del salvadoreño promedio no se puede lograr ni pensar en diseñar un plan estratégico decenal para los próximos diez años.
Ha sido el Hospital Rosales el referente de las carencias históricas que golpean al paciente; sin embargo, con la pandemia que aún se mantiene, las prioridades de un sistema de salud cambiaron y se tuvo que dejar de atender el común denominador de enfermedades que afectan a la población para destinar recursos y personal para enfrentar al virus. Hasta ahí se entiende el manejo y la crisis que se agudizó con dicha pandemia, pero que no se voltee la mirada hacia el hospital del pueblo y los problemas históricos de salud y el hacer alarde que el hospital veterinario es la prioridad solo dice que las cosas están totalmente al revés.
No hay nada de malo en que exista un hospital para atender animales; al contrario, como amante de los animales me alegra y son de las cosas rescatables de la actual administración siempre y cuando el hospital Rosales y toda la red nacional de salud cubrieran en forma efectiva las necesidades de atención en servicios de salud. No se puede postergar operaciones quirúrgicas para el próximo año ni debe ser ya la tardanza en las citas un problema histórico. Y vale la pena recordar que el cáncer cobra más víctimas que la pandemia por #COVID_19.
Triste realidad: utilizar recursos como ambulancia para el traslado de un gato o un perro es un despilfarro cuando en la emergencia del hospital Rosales los pacientes no tienen un canapé, no hay muchísimos medicamentos que deberían ser una prioridad que estén a disposición del pueblo que no puede costearse una atención médica privada.
Sin embargo, para el salvadoreño es fácil olvidar lo más importante y aun que su vida corra peligro no parece ser algo que interese al ciudadano hasta cuando el problema de salud es en carne propia, que tristemente, cuando deba asistir a una consulta o a una emergencia, no encontrará lo que es prioritario.
Como todo en la vida, hay cosas que no se pueden ocultar, tal es el caso de este desatino cuando el país apenas tiene lo básico para subsistir, por ende, priorizar lo que el pueblo necesita debe ser la misión del MINSAL. No se puede descuidar a un adulto mayor mientras un lindo cachorro recibe un elegante corte de pelo, y lamentablemente esto es una realidad.
No escribo para que eliminen al hospital para mascotas sino que así como la publicidad que se ha ocupado debería ser la misma para mostrar los pasillos relucientes, una emergencia del hospital Rosales y toda la red hospitalaria donde se dignifique al paciente y al trabajador de salud, que nadie espere meses para una cita médica o una consulta en un destartalado canapé para ser atendido; que las cirugías no se realicen cuando quizá el paciente ya falleció.
Es un llamado a las autoridades de salud para inyectarle más presupuesto a la red nacional de salud y que, por una vez en la historia, sea un gobierno que le dé rostro a la salud, que la calidez y la calidad sean un dúo donde el único beneficiado sea el paciente y aun pacientes extranjeros que son atendidos en los diferentes hospitales. Entonces, ¿qué se hace para mejorar la atención medica? Algunas prioridades del sistema de salud : 1) El hospital pediátrico para los niños del oriente del país, 2) La política nacional contra el cáncer, 3) El fortalecimiento del tratamiento de las enfermedades olvidadas 4) Fortalecimiento del primer nivel de atención 5) El diagnostico situacional de salud del salvadoreño promedio. 6) una ambulancia por municipio 7) Política de atención a pacientes renales. De igual forma puede ser realizados con fondos Bitcoin como el hospital veterinario.
Médico.