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Un párrafo para nuestros obispos

Así como los obispos ucranianos escriben una ferviente, urgentísima carta al Papa “en estos momentos de inmensurable pena y terrible prueba para nuestro pueblo”, yo humildemente me atrevo a solicitar a nuestro Arzobispo que, en unión de todos los Obispos, el clero y los fieles, nos unamos en oración por el triunfo de la paz, la verdad y la justicia en el conflicto bélico ruso-ucraniano.

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Por María Alicia de López Andreu
Publicado el 04 de marzo de 2022


La guerra que vive Ucrania, defendiéndose del ataque monstruoso de Putin, ha sido analizada por expertos en economía, geopolítica, globalización, ecología y en todas las ramas habidas y por haber. Sin embargo, poco interés hemos tenido en observarla desde la luz de la fe, a pesar de que tanto el Papa Francisco, como los principales dirigentes religiosos de diversos credos, han solicitado repetidamente que los fieles oremos mucho y que los gobiernos del mundo eviten, por todos los medios a su alcance, más derramamiento de sangre inocente en esta guerra sin provocación, donde el poderío ruso está invadiendo y tratando de subyugar una nación independiente mediante la fortaleza de un ejército enorme y bien armado. Eso, mientras mantiene al mundo en vilo usando el chantaje de una guerra nuclear, llevándonos a la destrucción total, si hubiese intervención militar en apoyo a Ucrania.

¿Qué dice la Iglesia Católica ucraniana?

Primero, una nota, para quienes ignoran que en la Iglesia Católica existen dos ritos (las fórmulas externas de llevar a cabo la liturgia): el rito latino, que practicamos en El Salvador y en Occidente en general, y el rito oriental. Las iglesias católicas orientales reconocen al Papa, Obispo de Roma, y están en absoluta comunión con todos los dogmas, sacramentos, etc., pero utilizan diferentes formas externas para orar. Un católico puede participar con absoluta confianza y entrega en una misa de rito oriental, porque es la misma esencia. Por ejemplo, en Miami, la bellísima iglesia dedicada a San Judas Tadeo es 100% católica pero su rito es melkita y la Misa, cantos y oraciones, los hacen en inglés y en árabe, siendo profundamente bellos y conmovedores.

Dicho esto, ¿qué fe profesan los ucranianos? Según The Catholic World Report, dentro de una población de 44 millones, el 1% son católicos latinos (como nosotros), un 9% son católicos de rito oriental y el resto son cristianos de la Iglesia Ortodoxa. (Estos últimos ahora están divididos porque una parte continúa dentro de la Iglesia Ortodoxa de Moscú, que apoya a Putin, pero los demás se anexaron a la Iglesia Ortodoxa Griega.)

Pues bien, son los Obispos de la minoría católica latina quienes han solicitado fervientemente al Papa Francisco la consagración de Ucrania y de Rusia al Corazón de María, tal como Ella lo pidió a la vidente Sor Lucía en sus apariciones en Fátima. Cabe mencionar que, antes de 1917, cuando las revoluciones terminaron con el Imperio Ruso y se estableció la Unión Soviética, Rusia era conocida coloquialmente como “La casa de María”, debido a que, entonces, allí existían más iglesias dedicadas a Ella que en ningún otro país del mundo.

Así como los obispos ucranianos escriben una ferviente, urgentísima carta al Papa “en estos momentos de inmensurable pena y terrible prueba para nuestro pueblo”, yo humildemente me atrevo a solicitar a nuestro Arzobispo que, en unión de todos los Obispos, el clero y los fieles, nos unamos en oración por el triunfo de la paz, la verdad y la justicia en el conflicto bélico ruso-ucraniano. Y que, usando la fórmula que la Virgen de Fátima indicó para ello, consagren a El Salvador a su Corazón Inmaculado, porque nosotros también, en esta tierra bendita que lleva el Nombre de Su Divino Hijo, estamos pasando por “momentos de inmensurable pena y terrible prueba para nuestro pueblo”.

 

Empresaria.

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