El Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Bob Menéndez, se mostró a favor de que Estados Unidos revise los Tratados de Libre Comercio con los países centroamericanos que apoyen la invasión de Rusia a Ucrania, según una publicación de La Voz de América.
El asunto toma relevancia porque El Salvador está en la mira, de acuerdo a la palabras de Menéndez, luego que junto a países como Cuba, Irán o Iraq se abstuviera de condenar este miércoles la invasión rusa a Ucrania, como sí lo condenaron más de 100 países del mundo.
Esto podría poner en riesgo decenas de miles de empleos en El Salvador, los cuales dependen de las exportaciones a Estados Unidos bajo las condiciones del TLC.
“Autoritarios se afinan a autoritarios. Cuando vemos que un mandatario actualmente oprime a su propio pueblo entendemos que están dispuestos oprimir el pueblo de otro también. En ese sentido, no me sorprende que Venezuela, Nicaragua y estos países se han alineado con Rusia”, dijo el senador este miércoles.
Pero avisó de las posibles consecuencias.
“Ahora, eso tiene una consecuencia, no es porque no tienen derecho de definir con quien quieren estar pero es lo que están haciendo dentro de sus propios países es que no es aceptable dentro del orden internacional, por eso tenemos que mirar los Tratados de Libre Comercio con estos países. Esos fueron tratados no solamente basados en carácter comercial pero también en referencia al respeto a valores puntuales. Esos valores en este momento no existen en Nicaragua y están en gran riesgo en El Salvador. Vamos a tener que reconsiderar eso y políticas generales hacia esos países”, dijo el senador Menéndez.
El Salvador firmó en 2000 un Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos que permite a los exportadores enviar productos sin aranceles a esa nación. En Nicaragua ese tratado ya está en riesgo porque la Ley Renacer, aprobada este año, busca revisarla como forma de contener los abusos de Daniel Ortega.
Mientras tanto, en El Salvador la relación con los Estados Unidos está en un punto bastante tenso. Esto, por los golpes a la democracia y el debilitamiento institucional de parte del gobierno de Bukele, algo que se ha agravado al no condenar la agresión rusa a Ucrania.