En el día de su cumpleaños número 57, Virma recorrió la 25 avenida Sur pegando afiches con la foto e información sobre su sobrino Carlos Ernesto Santos Abarca, desaparecido desde el pasado 1 de enero.
“Este es un día triste, doloroso, angustioso, no tengo motivos para celebrar. Solo quisiera hallarlo”, expresa Virma mientras se esfuerza por no llorar, sin lograrlo.
La señora relata que ama a Carlos como si fuera su hijo y que eso la impulsa a salir cada día a buscarlo por las calles de San Salvador.
El tiempo que dedicó en su vida a jugar basquetbol y practicar atletismo le ha permitido tener una buena condición física.
Lee también: Un registro nacional de fosas y un plan de exhumaciones, piden organizaciones y familiares de desaparecidos
“Un día de estos me fui caminando hasta San Marcos, sobre la autopista a Comalapa con la esperanza de encontrarlo”, expresa.
La familia de Carlos, de 22 años, desconoce de su paradero desde el 1 de enero cuando el joven salió a correr a las 9:00 de la mañana, como usualmente lo hacía todos los días... pero ya no volvió.
La ruta de ejercicios de Carlos no salía de la colonia Monserrat, por eso la familia se preocupó ese mediodía y pidió ayuda a las autoridades.
Sin embargo, han pasado 57 días y ni las autoridades, ni la familia han logrado encontrarlo.
Carlos es estudiante universitario de segundo año en Psicología y recibía clases en una escuela de idiomas. Los familiares explicaron, además, que el joven necesita de medicación por trastorno afectivo bipolar (TAB). Un tratamiento que había comenzado después de la cuarentena por la pandemia de la COVID-19.
Bloque de búsqueda
Virma y Enayda fueron acompañadas en la pega de afiches por el Bloque de Búsqueda de Personas de Desaparecidas de El Salvador y representantes de organizaciones sociales. “Nosotros queremos pedirle al señor Bukele que nos ayude a agilizar las gestiones de búsqueda, vemos que el proceso es muy lento”, dice Enayda, la madre de Carlos.
Idalia Zepeda, abogada de la Asociación de Derechos Humanos (Asdehu), expresó que por la condición médica del joven es posible que esté con vida, por lo que consideraron urgente y necesario apoyar a la familia para hacer un recorrido en la zona.
“Hemos preguntado a los comerciantes y a los jóvenes en los semáforos si lo han visto”, agregó.
Al final de la actividad, Virma comentó que por la tarde iba a realizar un recorrido en solitario, para seguir buscando a su sobrino.