Los usuarios de combustible en el país llevaban siete años de no pagar $4.03 por galón de diésel y $4.41 por galón de gasolina. Hoy, los precios de referencia del combustible dados por el Ministerio de Economía, con vigencia de entre el 22 de febrero y el 7 de marzo, nos acercan al año 2014, cuando los salvadoreños pasaron seis meses pagando más de $4 por el producto.
Este no es el primer aumento del año. En lo que va del 2022, la gasolina ha incrementado cuatro veces, y cada vez, a un promedio de $0.18. El experto en hidrocarburos, Julio Villagrán, considera que de seguir esta tendencia, es probable que el galón de combustible especial llegue a los $5 en los próximos meses.
Pero, ¿qué ha hecho que el combustible en el país llegue a los niveles del 2014? En 2020, la pandemia tumbó la demanda de combustible en el mundo, y con ello, lo precios cayeron. Aunque luego se recuperaron rápidamente, la caída creó cuellos de botella que provocó tensiones en las cadenas de los suministros mundiales.
Ahora, la amenaza de guerra entre Rusia y Ucrania mantiene con altos índices de riesgo los precios del petróleo, materia prima del combustible. El economista Rafael Lemus explica puntualmente que Rusia es “un gran exportador de gas natural, otra fuente de generar energía en Europa. Todo eso pone riesgos al abastecimiento mundial de combustible. Por otra parte, también hay problemas de buques cargueros de combustible en su distribución. El mercado está con bastantes riesgos de abastecimiento y eso explica las subidas de precios a niveles que no veíamos hace ratos…”.
Esos eventos han afectado directamente el precio del combustible en el país. Actualmente, el diésel en la zona central tiene un costo de $3.99 por galón, la gasolina regular $4.22 y la gasolina especial $4.36.
La gráfica, mientras tanto, muestra los precios promedio por año para los tres tipos de combustible que se distribuyen en el país.
¿Debe el gobierno dejar de cobrar los impuestos al galón de combustible durante el alza?
Los salvadoreños pagan un aproximado de $0.84 en impuestos por cada galón de combustible, es decir, que los precios por galón no superarían los $4 de no ser por los cinco tributos que se le pagan al Estado.
En ese sentido, y con el alza imparable en los precios del combustible, Lemus propone que el gobierno detenga, por doce meses, el cobro de los impuestos al galón de combustible; mismos que el año pasado le dieron al Estado $203 millones, según cálculos del economista, y para amortiguar la pérdida de esos ingresos, el gobierno detenga el proyecto Bitcoin para el cual ha presupuestado un aproximado de $200 millones.
Por otra parte, la economista Tatiana Marroquín considera que el primer mecanismo que el gobierno debería tomar en cuenta para aminorar el impacto económico por los precios del combustible es a través del refuerzo al subsidio de gas y a la energía eléctrica. Asimismo, reforzar financieramente los programas de asistencia económica a familias en situación de pobreza.
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“El aumento de precios no afecta a todas las personas por igual, y en un escenario de limitada disponibilidad financiera. El gobierno debe priorizar asistencia a poblaciones vulnerables como lo son los hogares en pobreza”, explicó.
El quitarle los impuestos a la gasolina es también una forma de aliviar el alza de precios, agregó, pero quitar algunos de esos impuestos es “técnicamente complejo” a su criterio.
La diputada Anabel Belloso, por su parte, presentó el año pasado una disposición transitoria ante el pleno para exonerar momentáneamente a los salvadoreños de pagar el IVA en el galón de combustible. A su criterio, es incoherente que el gobierno exonere de impuestos a grandes inversores de Bitcoin y no “haya voluntad de ayudarle a la gent.