El volante Christian Eriksen, quien sufrió un paro cardiaco durante la pasada Eurocopa y se salvó de milagro, ya se entrena con su nuevo equipo, el Brentford, el recién ascendido a la Premier League el pasado torneo.
Tras la presentación oficial, realizada este martes, Eriksen brindó su primera entrevista al club, en las que repasó los últimos meses en los que planeaba y analizaba las posibilidades de regresar a las canchas, algo que no pudo cumplir en Italia, con el Inter, equipo al cual pertenecía, pues no es permitido jugar con un desfibrilador en el pecho en ese país, algo que sí reqiuere el volante danés.
"Dos días después ya lo pensaba. Ese mismo día por la noche ya fui consciente de lo que me había pasado, y en los días siguientes ya comencé a asimilarlo. Ya empezaron todas las pruebas médicas, pregunté si podría hacer esto o aquello... y así poco a poco volví a creer", dijo en la entrevista.
Eriksen, quien fue operado el 18 de junio pasado y le colocaron un desfibrilador conocido como DAI, lo que le permite seguir con su vida normal, dijo que "puedes correr un maratón, nadar en profundidades o lo que sea, solo depende del diagnóstico y de cómo te sientas al respecto. Le dije a Sabrina (esposa) que colgaría las botas, pero que no se sorprendiera si en unos pocos días, cambiaría de opinión si todo estuviera bien. Por suerte,así ha sido", contó sobre su decisión de retornar.
El danés, quien quiere volver a sentirse futbolista lo más pronto posible, dijo que "al principio todo fue difícil. Los primeros tres meses, no hice nada, pero luego los últimos tres o cuatro meses estuve en el programa de rehabilitación.Fue difícil ver partidos al principio porque siempre estaba pensando que quería estar ahí, así que dejé de verlos. Mi cabeza estaba enfocada en mi familia y mis seres queridos".
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