En El Salvador el deporte nacional parece no ser el fútbol, sino tropezar con la misma piedra, y el balompié no escapa de esta i-lógica tan latinoamericana, tan cuscatleca... Más allá de que la Selecta perdió con Canadá, de que estamos eliminados del Mundial de Qatar 2022 por un sinfín de problemas estructurales, hay uno que se sigue repitiendo y que causa bochorno internacional cada vez que ocurre.
Como nunca, salvo cuando se clasificó a los mundiales del 70 o del 82, el fútbol salvadoreño es noticia mundial cuando estallan estos fenómenos tan del “tercer mundo”, como describieron periodistas de cadenas internacionales sobre el amago de huelga de los futbolistas previo al partido del miércoles, ante Canadá.
De esta sanción se salvó la Selecta al decidir jugar con Canadá
Después, anunciaron en redes que se retractaban, que “como grupo unido, hemos decidido jugar y darlo todo por mantenernos viva esta ilusión de un país. Jugaremos por nosotros, nuestras familias y por nuestra afición. A pesar de tener estas lamentables acciones que afectan la concentración y enfoque que requiere un partido de este nivel”, decía el comunicado.
El lío
Todo comenzó por la falta de planificación. Nadie espera jugar con climas bajo cero en El Salvador, es ilógico, pero Estados Unidos sacó provecho de su clima y se llevó dos partidos de esta ventana FIFA a sus tierras más heladas. Entre esos, el juego contra El Salvador. Josué Valiente, de El Gráfico, reportó que los jugadores tuvieron que hacerse con alguna indumentaria extra y estalló el problema.
La Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) emitió un comunicado público el 28 de enero en el que señaló que “es total y absolutamente falso” ... que los seleccionados tuvieron que rebuscarse por indumentaria, “por cuanto que meses atrás esta Federación gestionó con el patrocinador oficial la indumentaria... La Fesfut... en ningún momento dejó desprotegidos a los mismos... invirtió en la adquisición de indumentaria que complementaba la recibida por el patrocinador...”.
Finalmente, el miércoles 2 de febrero, día del partido ante Canadá, los jugadores denunciaron públicamente, en redes sociales, malos tratos: “Se nos ha faltado el respeto como profesionales y personas. Esta mañana, el presidente Hugo Carrillo y el comité escogieron el peor momento para distraernos y recriminar que se había hablado con la prensa sobre implementos de frío que nosotros compramos en Columbus”.
Acá, primero queda claro que sí compraron indumentaria extra, o, al menos, así lo afirman los jugadores. El comunicado prosiguió con que “ocupando esto como distracción, para posteriormente decir que no cumplirían con el acuerdo de premios acordados en septiembre, cuando inició la Octogonal, mencionando que, aunque existan posibilidades matemáticas, para ellos ya no se tienen posibilidades reales” de clasificar.
Tras ello, anunciaron a la hora que sí jugarían, mientras en conferencia, Carrillo hablaba de un mal entendido.
Misma piedra
No pasó ni siquiera un año para que se viviera una situación similar. En marzo de 2021, seis jugadores de Alianza fueron marginados de la convocatoria del entonces DT, Carlos De los Cobos por no llegar a un acuerdo sobre los premios con la Fesfut. En ese momento, el mismo Carrillo se encargó no solo de ventilar a los medios la discusión, sino que les acusó de querer incluso cobrar por perder.
La situación, sin embargo, es repetitiva en el fútbol nacional. Ocurrió en múltiples ocasiones disputas por premios de la Selección en la que Cheyo Quintanilla, Ramón Sánchez y otros eran los líderes para negociar con la Fesfut. También hubo dificultades con la de históricos como Raúl Díaz Arce y Mauricio Cienfuegos.
En 2015, hubo una huelga y así comenzó el proceso de Ramón “Primitivo” Maradiaga. El resultado, 11 jugadores quedaron marginados de la selección. Este mal incluso se remonta a décadas, y una de las primeras ocasiones y más tristemente célebres ocurrió con nada menos que los seleccionados que fueron al Mundial de 1970.
En aquella ocasión, les prometieron el equivalente a 5 dólares de viáticos diarios para el Mundial, cuando lo normal era 3 en rondas previas. Pero luego la Fesfut argumentó que con ese dinero se compró camisetas. 10 jugadores hicieron huelga para reclamar por ese dinero, y los sancionaron con entre seis y 12 meses sin jugar ni en clubes ni selección.
¿Ya no volverán algunos jugadores?
Al respecto del tema, el entrenador Hugo Pérez habló con Fanáticos Radio y reconoció que “me sorprendió el comunicado de los jugadores, tenía entendido que estaba arreglado todo. Nuestro fútbol iba a ser castigado bastante a nivel de competición internacionales, los jugadores acertaron en olvidarse de ese problema”, sostuvo.
Más adelante, comentó que “el problema no era el acuerdo, lo que más les afectó a ellos en su sentir es que no se les había tratado justamente. Ellos no estaban pidiendo más dinero, no fue el dinero”.
Y concluyó con que “yo les aplaudo a los jugadores porque, a pesar de todo, hay que cumplir. Los jugadores le dieron vuelta a esto y cumplieron con el objetivo de representar al país dignamente”. Pero “hay jugadores afectados y no sabemos si algunos van a querer volver”.