Si usted es uno de los 108,000 salvadoreños que en los últimos cuatro años ha retirado hasta el 25 % de su ahorro de pensión, deberá devolverlo con más tiempo trabajado o el dinero, a menos que demuestre que no tiene empleo o padece de una enfermedad o incapacidad que le imposibilite laborar. Así se estableció a finales de 2020, cuando se aprobaron dos decretos que regulan si un afiliado debe reintegrar o no el dinero anticipado.
En vista de la afluencia de cotizantes que se han visto en los últimos días afuera de las AFP para consultar sobre el trámite para retirar parte de sus fondos para pensionarse, surge la inquietud si hay condiciones para que los salvadoreños que ya retiraron el anticipo de su pensión o los que están en ese proceso puedan devolverlo.
El retiro de fondos se logró mediante el decreto 692, aprobado por la pasada Asamblea Legislativa en 2020, que establece que si una persona llega a la edad de jubilación, pero no tiene 25 años de cotizaciones no será necesario que reintegre el anticipo que solicitó.
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Pero si el cotizante llega a la edad de jubilación y tiene 25 años de cotizaciones o más y no comprueba una condición que le imposibilite reintegrar el anticipo, como desempleo, incapacidad o enfermedad, tendrá que devolver el dinero anticipado para tramitar su pensión.
Aunque fue en 2020 que se aprobó este mecanismo, el retiro del anticipo de pensiones está disponible desde 2017.
Pero, ¿cómo será el reintegro de los fondos, en caso de no tener impedimento para hacerlo? La respuesta es con dinero o con más tiempo de trabajo.
El anticipo de saldo de pensiones proviene de la cuenta individual de ahorro para pensiones. Cuando un cotizante solicita un anticipo recibe parte del saldo que tiene en su cuenta de ahorro y al reintegrarlo tiene que devolver la cantidad anticipada más la rentabilidad (los beneficios o las ganancias) que el dinero hubiese generado si no lo hubiera sacado, explica la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos (Asafondos).
Para devolver el anticipo con dinero, el cotizante puede hacer pagos mensuales o en otra periodicidad y por las cantidades que desee realizarlo. Si es con tiempo, debe trabajar hasta por un máximo de cinco años más, dependiendo del porcentaje de anticipo que haya devuelto a la fecha de jubilarse.
Pero si una persona retiró su anticipo de saldo y llegada la edad en que debe jubilarse solo ha reintegrado la mitad del anticipo, debe seguir trabajando o esperar tres años más para tramitar su pensión por vejez (ver tabla).
“El tema de las pensiones es una bomba de tiempo. (...) La cuarta parte de la deuda pública es de pensiones y creciendo a razón de un millón y medio diario. Hay un reclamo social ya... las pensiones no alcanzan”, comentó el economista y expresidente del Banco Central, Carlos Acevedo, el pasado 2 de febrero en una entrevista matutina.
El gobierno ofreció en septiembre 2021 que en octubre presentaría a la Asamblea Legislativa una reforma de pensiones, de la cual se desconocen detalles, pero hasta la fecha no lo ha presentado.
Luego el presidente de la Asamblea, Ernesto Castro, aseguró a mediados de enero 2022 que la reforma de pensiones se comenzará a discutir hasta dentro de seis meses.
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Pensiones en una encrucijada
“El gobierno solo se metió en una encrucijada porque empezó a ofrecer una reforma para las pensiones. Luego, con los sindicatos, se comprometió que con una reforma les iba a asegurar una tasa de reemplazo del 70 % (significa que quienes se jubilaran iban a tener hasta el 70 % de su salario como pensión)... y no se puede”, señaló el economista senior del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Ricardo Castaneda, en una entrevista televisiva este 2 de febrero.
En septiembre de 2017, la Asamblea Legislativa modificó el sistema de pensiones e incrementó la cotización de los trabajadores en dos puntos porcentuales del salario, con lo que pasó del 13% al 15%.
Castaneda aseguró que el tema de las pensiones es un tema financiero y no de deseo: “¿Quién va a pagar el incremento anunciado? ¿Quién va a pagar por las decisiones en torno a las pensiones (incluidas las del anticipo)”. Finalmente agregó: “Parece que cuando el gobierno hace el anuncio de (reforma a las pensiones) no tenía estudios técnicos. Ahora creo que ya empezó a tener más información y se ha dado cuenta que, por ejemplo, nacionalizar el sistema de pensiones no le va a resolver los problemas de caja sino que, al contrario, le puede incrementar la presión social”.