Alejandra G. bajó a su teléfono la aplicación de Chivo Wallet con la intención de transferir el bono del gobierno (equivalente a $30 en criptomoneda) a una segunda persona, quien a cambio puso en sus manos $25 y se quedó con $5 por hacer la transacción; este es el nuevo negocio “clandestino” que se encuentra en el mercado de San Miguel. Pero también se repite en otras zonas del país.
“Yo le doy dinero a mi mamá y ella no sabe usar eso y necesitaba el dinero, además algunos comercios dicen que aceptan bitcoin pero cuando uno llega nunca tiene sistema y con el pisto siempre se puede comprar cualquier cosita”, comentó Alejandra.
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Los negocios que ofrecen el intercambio son pocos, algunos se atreven a poner un rótulo pequeño donde anuncian la compran bitcoin y otros trabajan entre conocidos.
Al caminar por el estacionamiento municipal una mujer gritó a viva voz: “Muchacha, se compran bitcoin”, pero al notar demasiado interés en el tema se retractó asegurando que solo lo acepta como una moneda de pago.
Blanca Majano atiende una venta de ropa en el mercado de San Miguel, ella asegura que algunas personas han llegado a su puesto preguntando si acepta la moneda digital. “Para mí, está bien, no me costó entender la aplicación, porque yo acepto de todo, yo les explico a la gente que les va a beneficiar”, dice. La comerciante tiene planeado dejar que la moneda aumente su valor para poder retirar el dinero.
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En San Miguel han colocado tres cajeros Chivo, uno en las afueras del INJUVE ex círculo Estudiantil, en el Centro de Gobierno Municipal y una venta de muebles propiedad del alcalde de San Miguel, Wilfredo Salgado.
Es frecuente ver la fila de personas con la intención de acceder al cajero para hacer retiros de dinero en efectivo.
La mañana del jueves se observó en las redes sociales una masiva campaña para incentivar a la población al uso de la moneda digital, donde ofrecen $0.20 de descuento en combustible de dos gasolineras.