Si prestamos la debida atención, a diario y a lo largo de nuestras vidas, todos sembramos algo, puede ser en el sentido estricto de la agricultura o bien en un ámbito social o educativo. De igual forma, puede que seamos receptores de semillas de parte de otras personas. ¿Qué ha sembrado usted hoy? ¿Ha recibido alguna siembra de otra persona? ¿Ha sido agradecido en uno u otro caso?
Esta figura metafórica es magistralmente utilizada en “la parábola del sembrador,” citada en tres de los cuatro evangelios (Mateo, Marcos y Lucas). “…el sembrador salió a sembrar…”. En esta experiencia tan crucial y emblemática, fue sembrada una palabra, una enseñanza, “la enseñanza”. Ésta, aunque fue sembrada hace muchos siglos, perdura hasta nuestros tiempos para quienes desean conocer LA VERDAD.
Derivado de esta enseñanza toma relevancia “el tipo de tierra” en que se realiza la siembra: 1) en el camino que es pisoteado constantemente por muchos, 2) en pedregales donde la raíz no crece, 3) entre espinos o hierbas que ahogan o, 4) en tierra fértil que florece y da frutos abundantes. Considerando que podemos ser tanto sembradores como tierra receptora de una semilla, lo más sabio es esforzarnos por buscar y ser tierra fértil.
Es prudente también conocer que, aun optando por la buena tierra, habrá casos en la vida que los frutos puedan no ser vistos de inmediato, que pueda tomar mucho tiempo en verse e incluso no verse nunca. Lo importante es hacer la siembra, dejar la semilla ahí para que ella encuentre la manera y tiempo para brotar, florecer y dar su fruto. Lo especial de la enseñanza es que se refiere a nuestra forma de oírla, entenderla y nuestra actitud de respuesta a las experiencias de vida.
Protagonizando un rol u otro podremos experimentar realidades que en ese “dar y recibir” puede ocurrir o no ocurrir el gesto del agradecimiento por la siembra entregada o recibida. Así somos los seres humanos, a veces sabemos agradecer con gran estilo y otras no apreciamos o pasamos desapercibido preciosos gestos que otros nos dan.
En esta temporada cercana a la Navidad, en conmemoración al nacimiento de Jesucristo, es buen tiempo para la reflexión personal y repensar qué tipo de sembradores o tierra somos y seremos a futuro. Si sembramos Lirios, cosecháremos hermosas flores de espléndidos colores, si Limoneros, jugosos limones al lado de sus espinas, lo mismo ocurre con las espinas y las rosas.
Si en las personas más cercanas o no, sembramos perdón, amor, amistad, gentileza, paciencia, bondad, honestidad, amabilidad, fidelidad y cosas buenas. Quedemos por ver como responderán. Lo ideal es dar sin esperar nada a cambio, porque es mejor dar que recibir.Tener la satisfacción y privilegio de estar en una posición de sembrar en alguien, es suficiente regalo permitido por el Dios creador de todo.
¡Felices fiestas de Navidad, fin del año 2023 y buenaventura para el 2024 a todos!