Que los jóvenes constituyen el futuro de toda sociedad es una frase acuñada por la UNESCO y UNICEF para que todos los países del mundo den prioridad a la educación de la juventud, para que puedan labrarse un mejor futuro y salir del subdesarrollo y de la marginación en que han vivido varias generaciones de sus antepasados. Todos los gobiernos anteriores han prometido una escuela o una cancha por día, pero Bukele, en su afán de endiosamiento para construir un nuevo El Salvador, ha superado todas las promesas incumplidas por “los mismos de siempre” y prometió construir más de 5,000 escuelas, dos diarias, y sedes de la UES en cabeceras departamentales, siendo las prioritarias Chalatenango y Morazán que siguen sin construirse, pero a la UES le debe todavía como $42 millones de su presupuesto 2022. Al final de sus cinco años, la cruda realidad supera con creces el tamaño de sus mentiras.
Para Bukele parece prioritario mantener a la población en la ignorancia, para poder embaucarlos con ilusiones y espectáculos que agiganten su ego y le den altos niveles de popularidad, respaldada con un gasto millonario en publicidad que pinta en el extranjero una realidad que dista mucho de la difícil situación económica, educativa y de salud, y la falta de libertades que un perenne régimen de excepción lo vuelve todopoderoso, controlando los tres poderes del Estado.
Su desprecio por la educación se manifiesta en los millonarios recortes al presupuesto del MINED, pero sirve más a sus planes que los niveles de educación de los jóvenes sean tan bajos, como para que jamás salgan de la pobreza. La PAES, que antes realizaban los estudiantes de bachillerato, no presentó nunca puntajes sobresalientes, pero en 2021 fue sustituida por la prueba AVANZO, que ha presentado peores resultados, aunque es menos severa que la PAES.
Docentes con años de experiencia y dirigentes de sindicatos y de reconocidas gremiales magisteriales, manifiestan su decepción ante disposiciones del MINED como la promoción masiva de alumnos al grado inmediato superior, lo que resulta que alumnos en tercer grado no saben aún leer ni escribir. Y aunque los resultados de AVANZO del 2022 fueron desalentadores, para el 2023 el Ministro ordenó que la prueba no se realice en centros educativos supervisados por maestros, sino cada alumno en su casa, solos o en grupos para facilitar el acceso a internet. Así pueden copiar de libros o de internet, y como automáticamente pasan no hay en ellos esfuerzo ni compromiso.
De un millón matriculados este año en el sector público, un 50% que reprobó una o dos materias, necesitarán un refuerzo académico, que según los docentes debería durar por lo menos un mes para garantizar el aprendizaje. Pero el MINED en circular de cierre de año, ordenó que el período de refuerzo académico sea de una semana, sin tomar en cuenta el requisito de que el alumno haya asistido al 85% de las clases durante el año. El refuerzo es únicamente una tramitología para ser promovido, ya que es imposible que en una semana, alguien adquiera los conocimientos que no pudo adquirir durante el año.
Según el MINED, si después de la recuperación el alumno reprueba una de tres asignaturas “tendrá oportunidad de desarrollar una actividad como último recurso para alcanzar la nota mínima. No obstante, ningún estudiante debe reprobar más de dos veces el mismo grado, y el ministerio señala que será responsabilidad de la institución educativa buscar apoyo y ayuda pedagógica para que el alumno pase de nivel”. Promover a alquien sin capacidades, competencias ni conocimientos, es engañarlo” opina el conocido investigador Oscar Picardo. Es un hecho que el Bukelismo está realizando una guerra contra la educación de los salvadoreños en todos los niveles.
Maestra.