La Organización de los Estados Americanos (OEA) se despidió de Nicaragua, que dejará de ser miembro de la organización el próximo 19 de noviembre, exhortándole a "respetar todos los derechos humanos" porque es una de sus "obligaciones legales".
El informe del Consejo Permanente, publicado recientemente, detalla que Nicaragua ratificó la carta de la OEA en 1950 y se retirará el próximo 19 de noviembre de este año, tras argumentar que el organismo es un “instrumento de injerencia e intervención”.
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Aunque la resolución confirma que Nicaragua deja de formar parte de la OEA puntualizó que seguirá “obligada a respetar todos los derechos humanos”, situación por la cual el Consejo permanente seguirá “prestando especial atención” a la crisis que se desarrolla en dicho país.
El pasado miércoles se cumplieron los dos años que deben transcurrir hasta que se hace efectiva la solicitud de salida presentada por un país miembro de la OEA.
Daniel Ortega, actual mandatario decidió dar la espalda a la OEA en protesta después que el organismo se negó a reconocer las elecciones de 2021, en las que él se reeligió mientras el resto de los candidatos se encontraban en la cárcel o en el exilio.
Comicios que agravaron la crisis que ya atravesaba el país desde las protestas antigubernamentales de 2018, que dejaron aproximadamente 300 muertos.
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Posteriormente El Salvador ha sido uno de los pocos miembros activos que no se han pronunciado sobre esta situación para rechazarla o respaldarla.
Nuevamente el 8 de noviembre El Salvador reiteró su postura en materia de derecho internacional argumentando que “no intervenir ni tener injerencia en los asuntos internos de otro Estado”. Esta postura fue agregada como una ligero pie de página en la publicación oficial de la OEA.
Esta no es la primera vez en la que El Salvador se abstiene en temas relacionados a Nicaragua, debido a que en 2022 mostró una conducta similar tras la condena de la OEA por la violación de los derechos humanos y presos políticos.