Con un carácter sincero, fuerte y sin titubear ante todo, el exjudoca salvadoreño Franklin Cisneros, quien falleció este sábado, en Estados Unidos, platicó con CANCHA en 2017. Ya retirado, vivía en Florida, y conversó para la sección "¿Qué pasó con?", contanado anécdotas de su vida.
Acá, recogemos parte de las mejores frases que compartió con esta redacción. Entre ellas, lo más destacado que fue lograr el bronce Panamericano masculino, en los Juegos de Río 2007. Una presea que lo hizo sentir siempre muy orgulloso de su país.
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"Mucho sacrificio, pero conseguí la medalla de bronce en Río 2007, que hasta el día de hoy nadie la ha ganado. Eso me enorgullece, porque hice historia, nadie, nadie ha superado eso", declaró.
"Esa medalla fue importante para clasificar a Beijing, China en 2008 (Juegos Olímpicos)", añadió en aquel momento, con mucha alegría. En esa cita olímpica, tambien estuvo su esposa, la luchadora Ingrid Medrano Cisneros, con quien tuvo cuatro hijos, y quien también practicaba MMA (Artes Marciales Mixtas).
Además, del participar en la justa olímpica, un año después, y el sentido que da a un atleta, el salvadoreño contó: "Es un logro muy importante. Lo que sí pienso es que si al deportista lo apoyan como deben de hacerlo con un atleta olímpico, y el deportista en verdad se compromete, puede llegar a hacer cosas muy buenas”.
Antes del judo, practicó taekwondo y estuvo en fútbol, incluso en las reservas de Marte. Cuando comenzó en el deporte de su pasión, aceptó que no fue nada fácil.
"Al principio, fue difícil, porque al llegar (a los entrenamientos) éramos los patitos feos (con sus primos) y nos agarraban a matarnos. Yo pensaba en ese entonces que no íbamos a sobresalir. (…) Desilusionado, me salí y seguí jugando fútbol", recuerda el exatleta, que encontró después un lugar en esta disciplina en 2001.
Tras su retiro, en 2009, aún soñaba con Londres 2012, ya que cuando lo dejó tenía 23 años (2009) y se veía practicando judo. Pero no fue así. Sin embargo, no se arrepintió. Y luego encontró en la MMA un nuevo camino, aunque siempre guardó en lo más alto de su vida el judo.
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"Es diferente, pero el sentimiento es el mismo. El judo, además de llevarlo tatuado en mi cuerpo, lo llevo en mi corazón, y me ha servido para ganar en las MMA", declaró.
Y siempre reiteró su apoyo al judo salvadoreño. Ese que incluso casi lo lleva a representarlo en los Juegos C.A. y del Caribe de San Salvador 2023, pero a la postre no lo hizo. Y dejó las puertas abiertas a la Fesajudo, algo que solo quedará para el recuerdo.
"Mis planes son, como siempre, poner en alto a El Salvador. Llenar de orgullo a mi familia y no importa el no tener el apoyo del país. En muchas ocasiones, he ofrecido mis servicios como entrenadora la Fesajudo, pero han sido rechazados", dijo.
Y reflexionó del deporte: "Tengo un poco de frustración al saber que el deporte en el país no crece como debería por gente egoísta e ignorante, que muchas veces no ve hacia el futuro, solo se llena los bolsillos y la boca diciendo mentiras y el atleta siempre queda al margen, cuando sin el atleta no son nadie".
"(…) Deseo lo mejor a la Fesajudo y, si algún día quiere contar con mis servicios, jamás diré que no. Aquí está el gimnasio, y las puertas estarán abiertas", cerró en aquel momento Cisneros. Un grande que dejó un hasta siempre en alto, con su carrera, en El Salvador.
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