Este 12 de octubre, Día Nacional de España, es la ocasión perfecta para poner en valor los inmensos lazos que unen a España con nuestros hermanos iberoamericanos y en particular salvadoreños, y para apuntar los importantes avances que hemos logrado juntos, en un momento de especial relevancia para ambos países, en el que coinciden las presidencias española y salvadoreña de nuestros respectivos procesos de integración, el europeo y el centroamericano.
El Salvador y España formamos parte de una realidad forjada por unos estrechos vínculos culturales, históricos y personales que elevan nuestra relación a la categoría de fraternal. Uno de esos lazos es el de nuestro idioma común, el español o castellano, el segundo con más hablantes nativos del mundo, el tercero más empleado en NN.UU., utilizado a diario por millones de personas en hogares, oficinas, universidades e internet.
Este 2023 ha sido un año de gran relevancia.
Aunque debemos seguir atentos, podemos afirmar que lo peor de la pandemia ha quedado atrás. Comienza ahora una fase en la que debemos encauzar la situación para seguir afrontando los desafíos presentes y futuros.
En el caso de España, esta fase coincide con suPresidencia del Consejo de la Unión Europea en este segundo semestre del año. Precisamente, a comienzos de esta presidencia española y después de ocho años, se celebró en el pasado mes de julio, la Cumbre Unión Europea - Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), como mejor expresión de que debemos seguir reforzando la relación birregional para contribuir a la mejora del sistema multilateral, de la gobernanza mundial y de la aplicación eficaz y acelerada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Fue,también, durante la Presidencia Española del Consejo de la UE en el año 2010, cuando los países centroamericanos y europeos logramos concluir, en Madrid, las negociaciones de un Acuerdo de Asociación que representó un hito fundamental en la relación birregional al reforzar la estrecha relación entre la UE y Centroamérica y al integrar el pilar comercial a las relaciones entre ambas regiones.
En el ámbito bilateral, también ha sido un año de gran dinamismo. Gracias al eficaz trabajo de la Oficina de la Cooperación Española en El Salvador (OCE) y de la Agencia de El Salvador para la Cooperación Internacional (ESCO), el pasado mes de marzo, la Ministra de Relaciones Exteriores, Alexandra Hill Tinoco, y yo mismo, firmamos el Marco de Asociación País, situando a España en los primeros puestos de donantes en El Salvador, según los datos de la OCDE sobre Ayuda Oficial al Desarrollo. Precisamente, dicho marco tiene previsto una inversión por parte del conjunto de la cooperación española de aproximadamente 117 millones de dólarespara el periodo 2023-2026. Entre el amplio abanico de proyectos, me gustaría destacar el de los “Caminos Rurales en El Salvador”, que asciende a 30 millones de dólares, con el Ministerio de Obras Públicas y Transporte, dirigido a beneficiar a 210 mil personas a lo largo de 22 municipios de 7 departamentos de El Salvador.
Asimismo, no quiero dejar de poner en valor el importante papel que asume la sociedad civil a través de las ONGD españolas, que canaliza buena parte del esfuerzo financiero y despliega, día a día, toda su energía y profesionalidad sobre el terreno, así como el trabajo de la cooperación descentralizada de Comunidades Autónomas, Entidades Locales y fundaciones españolas.
En el ámbito de la cultura, quisiera subrayar la labor del Centro Cultural de España en El Salvador, que este 2023 cumple 25 años. Estoy especialmente orgulloso de una institución que ha sabido conjugar el trabajo de creadores y agentes culturales salvadoreños y españoles, que sirve de espacio de debate, creación y pensamiento, y que ha puesto la cultura al servicio del desarrollo.
Asimismo, me gustaría destacar la impresionante aportación del Centro Español, una asociación de beneficencia que dedica todos sus esfuerzos a favor de los españoles y salvadoreños desde 1891. No quiero dejar de referirme al trabajo de las empresas españolas radicadas en El Salvador, que proyectan su actividad en sectores tan diversos como el transporte, el alimentario o el de consultoría, entre otros muchos, guiados por el buen hacer de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España y de la Cámara de Comercio Hispano-Salvadoreña. Con todo, todavía existeun enorme potencial para aumentar los intercambios económicos entre ambos países, y debemos aprovecharcualquier oportunidad que pueda surgir a nivel público o privado.
El Salvador y España, dos países hermanos, siguen caminando juntos, colaborando estrechamente entre sí y apoyándose mutuamente.
Finalmente, me gustaría dedicar mis últimas palabras para felicitar a la comunidad española en El Salvador y a los miles de salvadoreños residentes en España, por su ejemplar aportación al bienestar de nuestras dos naciones.
¡Feliz 12 de octubre! ¡Viva España y viva El Salvador!
Embajador de España en El Salvador.