Leyendo y reflexionando sobre las opiniones expresadas en las últimas dos semanas en los medios y conversando con personas que se dedican a la formación profesional en diferentes niveles y temas, siento que hay serias inquietudes sobre el futuro de la formación profesional en nuestro país.
Se asume, y es lógico, que las inversiones de empresas multinacionales, van a países que les ofrecen ventajas competitivas, que terminan expresándose en términos de resultados económicos.
Suponga, que usted es miembro del equipo que recomendará a la dirección de una multinacional, que quiere expandirse a Centro América, en cual país invertir. En las reuniones internas y posterior visita a los países para conocerlos, seguramente considerarían, la localización estratégica para entrar con materias primas y salir con productos terminados, las ventajas fiscales que le ofrece un programa de atracción de inversiones, la infraestructura de transporte como excelentes carreteras, puertos y aeropuertos, la seguridad jurídica y entre otras cosas, el nivel de formación profesional del personal a la disposición en el país y la calidad de la enseñanza. También, la disponibilidad de suficiente personal operativo, de supervisión y gerencial para la nueva empresa, pues al final, los productos y servicios, los hacen y prestan las personas, en función de su educación y su formación profesional.
Si revisa los informes del Foro Económico Mundial sobre los requisitos y necesidades de formación para las industrias, tanto de productos como de servicios y las tecnologías emergentes para este y los próximos años, verá que hay más profesiones y especialidades nuevas, que de las tradicionales, principalmente ligadas a la aplicación de la inteligencia artificial y las TIC, tecnologías de la comunicación y la información, y también, las relacionadas con la inteligencia de negocios para cada sector y los inmensos almacenes de datos en la nube.
El viernes antepasado asistí a una conferencia internacional sobre la aplicación de las nuevas tecnologías en la enseñanza, y de verdad, que aquí hay mucho por hacer.
Pase lo que pase y se decida lo que se decida, con la integración, Insaforp-Injuve, con todos mis respetos, hacerse cargo, del sistema nacional de formación profesional, es mucho más complejo y tiene muchas más variables que una alcaldía. La formación profesional siempre fue un asunto estratégico en los países industrializados y por eso van adelante en el desarrollo industrial y tecnológico.
Otro tema: Este viernes fue el Día de la Independencia y mientras escribía este artículo, recordaba los 15 de septiembre de los 50 y 60. En las escuelas, colegios e institutos que estudié, lo celebrábamos con mucho sentimiento patrio y orgullosos de ser salvadoreños. En el Mes Cívico se organizaban actos alusivos a los próceres, sus biografías y la independencia. Cantábamos todos los días el Himno Nacional y rezábamos la Oración a la bandera. Las bandas de guerra ensayaban las tardes y el 15 de septiembre era el gran día del desfile. En San Vicente, mi ciudad, lo precedían las autoridades, seguía la banda regimental, el ejército, el instituto nacional, el instituto Santo Tomás, el colegio eucarístico y todas las escuelas.
Para mí era un día muy importante, había que levantarse a las seis, lustrar bien los zapatos, desayunar, vestir el uniforme bien planchado y caminar a la escuela para estar a las ocho y a la hora indicada, salir marchando hacia el lugar asignado en el desfile. La gran ilusión de ese día era marchar con paso firme, sentirse orgulloso de ser salvadoreño y ver a los padres en los andenes del parque, también orgullosos al ver a sus hijos, marchando al ritmo de las bandas de guerra, que las oigo mentalmente. ¡Inolvidables emociones, sentimientos y recuerdos!
Ingeniero/ pedroroque.net
Todo es más fácil y más sencillo con sentido común