Algo que debe tener claro el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, las Alcaldías y las instituciones afines al tema ambiental es que hay áreas a lo largo y ancho del territorio que no deben ser vulneradas, a pesar de que esto confronte con el desarrollo del país. Porque hay aspectos técnicos que indican que un futuro ceder esas áreas al desarrollo traerá consecuencias ambientales irreversibles. Por otra parte, tomando en cuenta los acuerdos suscritos por nuestro país, en el cual nos hemos comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de presentar las estrategias y las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en cumplimiento del acuerdo de París.
Pero ¿con qué seriedad se están abordando estos temas y estas estrategias? Es una buena pregunta, tomando en cuenta el compromiso como nuestro país lo palpa en documentos oficiales que existe un compromiso de adaptación y mitigación; la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. ¿Es algo que podemos ver en la vida diaria? Seguramente no, mala calidad del aire, avance urbanístico en zonas protegidas como en Nuevo Cuscatlán, especies atropelladas en calles y avenidas de estas nuevas urbes, el arrinconamiento de la biodiversidad.
Hay proyectos fallidos con respecto a la fluidez y movilidad, Lamentablemente no han dado resultado, ni periféricos, ni pasos a desnivel, porque la calidad de vida de las personas se está deteriorando al pasar más tiempo en los vehículos, en llegar tarde a sus trabajos, es erróneo creer que la alternativa de la motocicleta va a dinamizar la movilidad y estamos viendo unos 15 accidentes semanales promedio en los cuales se incrementan la muerte de personas.
La Carretera Panamericana, en el tramo de Los Chorros, es el emblema del fracaso vial y de movilidad en nuestro país, donde muchos factores desembocan: ciudades dormitorio como Lourdes y una masa poblacional movilizándose a San Salvador o Santa Tecla, incremento del parque vehicular, sectores embudo que impiden la fluidez de la enorme carga vehicular, transporte de carga en deterioro ocasiona graves accidentes de tránsito y no obtienen ninguna sanción, temeridad y prepotencia de cafres al volante. La solución propuesta en el transcurso de este quinquenio es un viaducto que va a mejorar el tema de la fluidez vehicular, pero aún no está comprobado que así será.
Propuestas como trenes eléctricos, metros, sistemas eficientes de electromovilidad, teletrabajo, etc. Parecen estar vetados y tener ciertos bloqueos, porque siempre la implementación de nuevas tecnologías, y sobre todo las que tengan que ver con el medio ambiente, van a discrepar con las obsoletas que están vigentes y a sucumbir con sus intereses y ganancias.
La dependencia de los combustibles fósiles es un claro ejemplo de eso , porque el esquema económico de nuestro país descansa sobre ese obsoleto sistema y cada día dependemos de los combustibles fósiles para sobrevivir en la jungla vehicular , donde la movilidad es cero (inmovilidad) , o sea se compra gasolina para gastarla en la trabazón.
Volviendo al tema territorial, geográfico y urbanístico, en nuestro país vemos cada día, nuevas torres de apartamentos levantarse, un cambio de paisaje súbito, solo recuerdo un bonito vivero, muy bonito en la colonia Escalón que al cabo de unos meses la sombra de un edificio de apartamentos los había cubierto por completo. La población tiene necesidad de vivienda, no hay duda que el sector construcción está en auge, pero: ¿ambientalmente que representa la construcción de un edificio?
Para comenzar el acero, el cemento y el hormigón son grandes contribuyentes de emisiones de gases de efecto invernadero (G.E.I) el sector construcción suma el 38% de las emisiones globales de CO2. Además la construcción de estos edificios debe garantizar, energía, agua potable, ventilación, gestión de los residuos o desechos sólidos, aguas residuales, no es nada barato, la mayoría de estas construcciones deben cumplir con esas expectativas en servicios básicos para sus habitantes.
Crecimiento de la población, alta demanda de vivienda en sectores en el gran núcleo urbano, precios de los inmuebles que se disparan y grotescas ofertas de vivienda, hacen que se abra la puerta para explotar espacios protegidos en nuestra capital, reservas que deben ser intocables por su enorme capacidad para absorber CO2 y transformarla en oxígeno, las instituciones vinculadas al medio ambiente abanderado por el Ministerio del Medio Ambiente, deben poner un candado a la protección de estas áreas, pese a la presión de que es más importante el desarrollo que la preservación de los sumideros de carbono. Preservar estas áreas verdes, es visión de país.
En X @Chmendia