La guerra enormemente cruel y sin sentido en Ucrania debe cesar de inmediato, declaró el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, coincidiendo con la noticia de que el enloquecido criminal de guerra y envenenador Vladimir Putin está creando un arsenal de armas nucleares en Bielorrusia.
Igual mensaje dejaron los diecisiete líderes africanos en la “cumbre” convocada por el psicópata en Moscú, al igual que el dictador turco Erdogan, el Papa Francisco y cuanta persona racional y decente trata el asunto.
La agresión no provocada a Ucrania ha costado la vida a más de un centenar de miles de rusos y sus oficiales, a lo que se agrega la destrucción de vehículos blindados, tanques, depósitos de armas, buques, puentes, edificios, colegios, hospitales…
Rusos de prácticamente todas las edades están siendo capturados en redadas para enviarlos como carne de cañón a los frentes en Ucrania, mal equipados y mal entrenados, lo que ha causado un masivo éxodo de rusos al exterior para librarse de semejante horror.
Al inicio de la agresión el crucero de misiles Moskva, buque insignia de la Armada de Rusia, de más de doscientos metros de largo, fue hundido por misiles ucranianos, lo que fue atribuido por los rusos “a un incendio”, lo cual no tiene sentido en un navío con una dotación militar de cientos de oficiales y marinos.
Desde el hundimiento del acorazado argentino General Belgrano durante la Guerra de las Malvinas (1982), una operación que se realizó cuando Margaret Thatcher, la Dama de Hierro, estaba a la cabeza del gobierno británico, un desastre de tal magnitud no se había dado en el mundo.
Las guerras, sangrientos golpes de Estado como el reciente en Níger que ha sido condenado por la mayoría de naciones africanas, las truculencias de militares corruptos en Birmania, dañan profundamente el bienestar y el progreso tanto de los países agredidos como de la población de los agresores.
Al horror de Ucrania se suma la insistencia del dictador chino Xi Jinping de “anexar” Taiwán, una democracia pacífica, un acto que causaría un desquiciamiento económico mundial más grave que el ocasionado por el demente Putin.
Al régimen de Xi lo señalan como el que hace “desaparecer” a quienes tienen la osadía de disputar sus actos, como quedó demostrado cuando forzó el retiro de su antecesor en el liderazgo del Partido Comunista Chino y más recientemente “borró del mapa” a su excanciller…
¿Cuál es una de las consecuencias de lo que está sucediendo en China bajo Xi?
Al igual que en Rusia, los opositores son vigilados permanentemente, pues tienen en sus propias viviendas cámaras que los vigilan, lo que obviamente afecta a los jóvenes que, al igual que sus contrapartes del resto de mundo, no quieren estar sometidos bajo la bota de nadie…
Prepárense, grandes ladrones, para devolver lo que robaron
Hay muchos otros “putines” y “xi’s” en el mundo, los dictadores que se valen de soldadescas brutales para perpetuarse (según ellos) en el poder, sin pensar que, como lo advierte el Evangelio de San Lucas, “con la regla que midas serás medido…” y con una cuarta más.
El más reciente caso de un régimen déspota que tendrá que dejar el poder y responder por sus desmanes es el de Giammattei, en Guatemala, país donde otro descarado, Otto Pérez, está encarcelado después que lo despojaron de los bienes robados…