El inmortal compositor y pianista del clasicismo Wolfgang Amadeus Mozart murió sin haber concluido el réquiem que le habían encargado. Nuestra noble y recordada maestra de danza Alcira Alonso ha alzado vuelo al universo, dejando atrás la última inconclusa danza del iluminado proscenio de la vida. ¡Nacer, vivir y morir danzando es un vuelo a las estrellas! Es la danza universal de los planetas y de las almas amantes de la lira divina. ¡Vuela al infinito, noble y recordada artista y maestra! Una de sus queridas alumnas, Elizabeth Trabanino -impulsora y difusora de la cultura y el arte mayor de la música clásica en nuestro país- la recuerda con estas conmovedoras palabras: “Mi querida Maestra Alcira Alonso partió al cielo. Recuerdo sus palabras ese último día que tuve la dicha de abrazarla y darle las gracias por sus enseñanzas. Me dijo: ´Lisa, no te convertiste en bailarina, pero seguiste en el camino de la difusión del arte, con la disciplina que te enseñe´. Nuestra querida Alcira -cómo le decíamos en confianza- fue Maestra de muchas generaciones de jóvenes. Tenemos el compromiso de seguir sus enseñanzas y bregar por el arte, a pesar de los tropiezos y caídas en escena. La Maestra Alcira Alonso fue fiel a sus ideales y compromiso con la danza en El Salvador ¡Hasta el final de sus días!” La danza está de luto. Para ella este sentido requiem de amor y esperanza. <Libros de Carlos Balaguer-Amazon>
Réquiem a la noble maestra de danza Alcira Alonso
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