El martes 18 de julio, una cuenta en Twitter llamada Ganaderos de El Salvador (@GanaderosS) denunció con un video y una foto del descubrimiento hecho a un costado del kilómetro 29 del nuevo periférico Claudia Lars que cruza el valle de Zapotitán, en La Libertad, de una gran cantidad de sacos con productos agrícolas abandonados a la intemperie.
En la foto se ve claramente que unos están etiquetados con “PAQUETE AGRÍCOLA-SEMILLA DE FRIJOL-PROHIBIDA SU VENTA”. En el video que hace un paneo con zoom a la gran pila de sacos, se ve que de algunos que están rotos rebalsaba su contenido.
En dicha publicación se pedía textualmente: “Presidente @nayibbukele investiguen que sucede con estos miles de bolsas de maíz y frijol del paquete agrícola, habiendo miles de de agricultores y ganaderos esperando por sembrarlos, cuestiones el trabajo del ministro @guardadolic (Óscar Enrique Guardado, presidente del Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria y ministro interino del Ministerio de Agricultura y Ganadería). Estamos en puertas de tiempos que no habrá comida suficiente para toda la población y como siempre los pobres pagaremos los platos rotos, están tirados en redondel Claudia Lara, Zapotitán”.
En esos comentarios de dicha publicación se expresaban distintas opiniones, pero la que mayor atención logró fue la de un hombre que comentó: “Estamos en puertas de tiempos que no habrá comida suficiente para toda la población y como siempre los pobres pagaremos los platos rotos”.
El Diario de Hoy llegó al lugar al día siguiente de la publicación, el 19 de julio, para verificar la denuncia de redes sociales y, efectivamente, allí estaban miles de paquetes agrícolas. Había una montaña de aproximadamente 50 metros de largo, 10 metros de ancho y unos 2 metros de altura, es decir, unos mil metros cúbicos de granos.
A diferencia del video publicado por Ganaderos de El Salvador, que se había vuelto viral, al día siguiente en la mañana los paquetes ya habían sido cubiertos con plástico negro, de tal manera que ya no fueran visibles desde la carretera. El terreno en que están los sacos, delimitado por un muro de bloque de concreto de 2,80 metros de altura, es una zona militar.
El mal olor en el lugar era bastante fuerte. A pesar que los plásticos tapaban la montaña de sacos, aún se podían ver unos al descubierto. Varios tenían el logo del actual gobierno de El Salvador y contenían frijol y maíz con colorante verde, el tratamiento químico contra patógenos y plagas que se le da a la semilla para siembra para obtener mejor cosecha.
Los sacos, al menos los de frijol, son iguales a los que entregaba el gobierno en 2020 y en 2021.
El retiro de las bolsas y el discurso oficial
Este jueves 20 de julio, a medio día, el ministro interino del MAG, Óscar Enrique Guardado, dio una conferencia como reacción a la denuncia hecha en redes sociales. Anunció que ayer iniciaron la destrucción de un estimado de 30,000 quintales de semillas de maíz y de frijol, que se acumularon en los últimos 10 años en bodegas del CENTA.
“Las semillas son lotes dañados de las compras que se hicieron en el pasado para la entrega de paquetes agrícolas. Se hicieron análisis y se determinó que no son aptas para la siembra y menos para el consumo humano ni animal”, justificó el ministro.
También agregó que la eliminación de esos granos es un ejemplo de buenas prácticas administrativas porque guardar material vencido genera costos para el CENTA.
La noticia difundida en redes sociales en la cuenta oficial de MAG muestra fotografías del procedimiento de destrucción de los paquetes, pero solo se muestran paquetes etiquetados con el logo del gobierno de Salvador Sánchez Cerén. En las fotos se ve que esos paquetes tienen la fecha de cosecha 2018-2019.
Pero no se muestran los paquetes que tienen el logo del actual gobierno, que también forman parte de la montaña de sacos descartados y no explica como ese material del actual gobierno que debió haber sido repartido a tiempo a los agricultores necesitados, terminaron en la pila junto a los del pasado gobierno del FMLN.
El 19 de julio, un día antes de la conferencia aclaratoria que dio el MAG, El Diario de Hoy intentó obtener información gubernamental sobre la razón del abandono de estos productos agrícolas por el medio oficial que ofrece el gobierno, es decir, con un correo directo al secretario de prensa, Ernesto Sanabria, pero no se tuvo respuesta. También se intentó pedir información vía Whatsapp al número del área de comunicaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), pero solamente dejaron en visto el mensaje.
En los alrededores del sitio, en campos de cultivo aledaños a la carretera, había agricultores que estaban fertilizando una milpa con fórmula química 16-20-0. Según ellos, el fuerte olor que se siente alrededor de los sacos es característico de las semillas cuando se pudren, y como hay tanta cantidad, el olor se siente desde lejos.
Agregaron que esas semillas ya están arruinadas, que no sirven ya para sembrar y , según sus cálculos, esos paquetes tienen probablemente más de un año de estar ahí abandonados a la intemperie. Los agricultores comentaron también que les parece un gran desperdicio que hayan dejado ahí ese material sin ningún cuido, ya que podría haberse utilizado para siembra ante la falta de alimentos.
Este 20 de julio, maquinaria empezó a retirar la montaña de sacos, como aparece en un nuevo video publicado en la cuenta @GanaderosS, en el que se ve a una pala mecánica llenando un camión de volteo con el material descompuesto, y militares custodiando la zona desde la carretera.
Políticas de gobiernos anteriores y el actual
“La entrega de paquetes agrícolas fue una política gubernamental impulsada por el expresidente Elías Antonio Saca (2004-2009), cuyo objetivo era orientar la política agrícola para que trabajadores agrícolas mejoraran sus ingresos, y que el sector rural tuviera incidencia en las actividades productivas, y pudiese generar empleos y riqueza”, se expresa en el reportaje “Paquetes agrícolas, un parche climático insostenible”, publicado por la plataforma de innovación periodística Connectas.
“La iniciativa era encaminada a beneficiar a los pequeños productores familiares o agricultores de subsistencia. El último censo agropecuario realizado entre 2007 y 2008 según el MAG, en El Salvador hay 325, 044 pequeños productores o productores de subsistencia cuya característica principal es que consumen la mayor parte de lo que producen y venden el excedente de producción con el fin de suplir necesidades de subsistencia. Utiliza mano de obra familiar y su parcela no excede las tres hectáreas”, sostiene el reportaje.
Para algunos expertos como Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de Medianos y Pequeños Productores Agropecuarios (CAMPO), este programa fue una manera solamente para atraer votos, ya que no genera un beneficio a gran escala para el sector agropecuario.
Además de esto, las sequías generadas por el cambio climático han generado pérdidas millonarias debido a la inversión realizada en los paquetes agrícolas. El gobierno del ex presidente Sánchez Cerén invirtió más de 125 millones, pero las pérdidas económicas por el cambio climático en la agricultura fueron de 192.9 millones de dólares, según cifras oficiales del MAG. En el periodo de 2018 al 2019, el país sufrió una pérdida de granos básicos por sequía de 42,351, 841.01 de dólares.
Eso sin contar que las semillas “mejoradas” han traído perdidas en cuanto a producción, ya que al estar manipuladas químicamente generan problemas en la tierra y no permite una segunda siembra.
Según el Diario Oficial, en 2022, compraron insumos por $53.7 millones. Se desconoce el monto destinado para este 2023. Actualmente “Cada paquete contiene 25 libras de semilla certificada de maíz, tratador de semilla, una fórmula completa de fertilizante 15-15-15 y foliar. Con estos insumos y las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que estamos promoviendo aumentaremos el rendimiento de la cosecha hasta en un 20% y protegeremos la salud de nuestros productores”, señaló el titular del MAG, Óscar Enrique Guardado Calderón.
