La sequía y el calor que afecta ya varios cultivos en el país también ha comenzado a impactar en la caficultura local.
Este sector se suma al de granos básicos, hortalizas y frutas, además de la ganadería, que han externado las dificultades por las que atraviesan debido a los efectos climáticos, como la llegada del fenómeno de “El Niño”.
Ricardo Esmahan, presidente de Abecafe, explicó que los productores de café ya están enfrentando problemas en los cafetales.
“Nos estamos enfrentando, a diferencia del año pasado, a un periodo de sequía y de lluvias dispersas. Eso ya tuvo un impacto en cuanto a la floración de los cafetales. Si bien ya floreció el 100% de los cafetales, no fue uniforme, porque en unas zonas llovió un poquito más y en otras zonas no”, indicó.
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Esmahan agregó que también podrían tener problemas con el grano de café, si continúa la sequía.
“Ahora lo que estamos viendo es que como el grano tiene un proceso agronómico de crecimiento en toda la cosecha, que son aproximadamente de 8 a 9 meses, en ese período, si tuviésemos un impacto con la canícula que se ha dicho que viene entre julio y agosto y tenemos un estrés hídrico, allí afectará el crecimiento del grano”, advirtió.
Por ello, el dirigente de Abecafe consideró que la falta de lluvia “va a impactar, eso es inevitable, pero de qué tamaño será el golpe no podemos decirlo. Pero esa es la realidad que estamos viviendo y estamos conscientes que ya hay un impacto”.
De hecho, apuntó que la cosecha 2022-2023 fue menor a la anterior con una caída del 8.7%, pues hubo una producción de 658,493.8 quintales de café oro, frente a los 721,433.8 quintales de 2021-2022, es decir una baja de 62,940 quintales, según datos de Abecafe.
Eso también ha afectado las exportaciones del grano, las cuales reflejan una caída en los últimos meses de este año, respecto al mismo período de 2022, de acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva (Ver nota aparte).
Además, Esmahan que las altas temperaturas tienen un efecto nocivo para los cultivos de café, pues proliferan las plagas.
“¿Qué sucede con los grandes calores? Que se nos vienen plagas. Y ahora lo que tenemos que hacer es cuidar nuestro bosque cafetalero, mientras pasamos esto”, añadió.
Indicó que del 11% de bosque del país, el 8% es de café, por lo que se deben tomar medidas.
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¿Qué medidas tomar?
En ese sentido, y ante la llegada del fenómeno de “El Niño”, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), junto al Consejo Salvadoreño del Café (CSC) y el Instituto Salvadoreño del Café (ISC) han emitido una serie de recomendaciones técnicas a los caficultores para el manejo de sus cultivos.
Entre las medidas están construir reservorios de agua, proteger las plantas recién sembradas, sembrar la nueva plantilla de café cuando haya caído 100 milímetros de lluvia, así como preparar hoyos de siembra y aplicarles pulpa de café y hojarasca.
Además recomiendan no sembrar plantas de café durante el período de la canícula y realizar control de malezas en el área de plaza de los cafetos en ese mismo período, no fertilizar durante la canícula ni sembrar cultivos intercalados en ese periplo, así como monitorear la incidencia de la roya, broca de fruto y otras plagas.
El Ministerio de Medio Ambiente ha dicho que las altas temperaturas y la ausencia de lluvias se debe a que El Salvador, y todo el Hemisferio Norte, se encuentran en un proceso de transición entre el fenómeno de “La Niña” y “El Niño”.
Y alertó que el país enfrentará un período de canícula a partir de julio, lo que significa que los salvadoreños sufrirían nuevas olas de calor.
Asimismo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha advertido sobre la sequía a partir de agosto, lo cual afectará directamente cultivos que se siembran en esa época, como la de maíz, específicamente la conocida como postrera o de verano que se realiza entre septiembre y octubre.
Y un informe reciente del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), ambas agencias de la ONU, la crisis alimentaria podría agravarse en los próximos meses en varias partes del mundo, incluidos países como El Salvador, Honduras, Guatemala y Nicaragua.