Mi casa está como la tenemos quienes la habitamos. Lo mismo, si usted tiene o dirige una organización. Mi casa es parte de un entorno; hoy se llama ecosistema, que también está como lo tenemos, formando parte, en su dimensión, de la Tierra. Y la Tierra, nuestro planeta, como ecosistema universal, también está como lo tenemos y en él rigen las leyes de la ecología:
1ª.Todo está interconectado con todo. Igual que nuestros 12 sistemas, que regulan nuestra salud.
2ª.Todo va a parar a alguna parte. Los grandes promontorios de basura, los océanos y la atmosfera.
3ª. Nada es gratis. Ya lo estamos pagando entre todos.
4ª. La naturaleza es sabia y ya se está reordenando. El cambio climático.
Leyendo sobre el Arca de Noé, que según la Biblia, Dios le ordenó a Noé que la construyera y pusiera en ella un macho y una hembra de cada especie para salvarlos del Diluvio Universal, después de los 40 días y 40 noches de intensa lluvia, Noé y su arca encallaron a mucha altura en el monte Ararat en Turquía. La historia de Noé y su arca está la Biblia, en la Torá y en el Corán; por eso los turistas que visitan el lugar lo entienden como sagrado y encuentran ahí una réplica del arca que pusieron en el 2007 miembros de Greenpeace como advertencia y esperanza contra el cambio climático. Quizás el Diluvio Universal fue uno de los cambios climáticos que la Tierra ya tuvo y no sabemos por qué. Igual que tampoco sabemos exactamente, sobre la desaparición de los dinosaurios que encontramos en los museos de ciencias naturales.
Pero este cambio climático, el actual, sí sabemos por qué está sucediendo y estamos claros de que es cosa nuestra, como consecuencia del crecimiento poblacional, la forma de vida y consumo de la generación anterior y la nuestra, y también sabemos, que afectará por lo menos, a las tres siguientes generaciones. Unos cien años, para que se nivele la población y se equilibre con lo que la tierra pueda dar y absorber. Como de polvo somos y en polvo nos convertiremos, para la Tierra y su evolución de millones de años, los cuatrocientos años de superpoblación y deterioro de los ecosistemas, será como para nosotros un catarro.
Dios quiera que con misma inteligencia, los inventos, la ciencia y la tecnología, que en busca de facilitarnos la vida y riqueza para los promotores, ya que entre todos, contaminamos la Tierra, los océanos con basura y plástico y la atmósfera con diferentes gases y dióxido de carbono, también sigan desarrollando sistemas para limpiarla y reconvertir lo malo hecho en bueno por hacer, para hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
Pero como este cambio climático es cosa nuestra, ¿qué podemos hacer para aliviarlo?
Reducir el consumo de textiles con hilos sintéticos. Cambiar la forma de utilizar el agua y el jabón. Es mentira que entre más agua y más jabón más limpio; al contrario, entre más jabón, más polución para los océanos. Abra el grifo hasta la mitad, ahorre agua. La siguiente crisis será la del agua. Apague el motor, aunque no sea usted quien paga el combustible. Si puede ir caminando, no vaya en su carro. Siembre árboles y enseñe a sus hijos a cuidar el medio ambiente. Prefiera envases de vidrio. No compre más cosas que ya tiene. Las autoridades controlen y multen los chorros de humo negro de cualquier vehículo. Si es alcalde mande a recoger la basura. No permitan importar más chatarra de ningún tipo. Reoriente su empresa hacia industria sostenibles, instale depuradoras, recicle, impulse la producción circular.¡Hagámonos cargo! Este cambio climático sí es cosa nuestra y cada uno tenemos que hacer nuestra parte para aliviarlo.
Ingeniero/ pedroroque.net
Todo es más fácil y más sencillo con sentido común.