El mago “Azar” dijo a un extremo de la pista: “La bailarina quiere volar, creyéndose Mariposa. Ella sueña cosas que el mundo no cree verdad. Pero yo haré realidad su empeño. Soy Señor de los sueños que se esfuman; mercader de la felicidad”. “¿Eres tú el mismo que mi delirio ofreció volverlo realidad? -preguntó la bella. ¿Es tanta la magia de tus manos Señor de los tesoros perdidos?” El mago respondió: “Es hora de abrir el sobre, muchacha ambiciosa. Dentro de él están las instrucciones de mi gran secreto que -en su debido momento- te entregué. Sé que quieres asombrar a los incautos presentes, danzando en el aire, tal como lo hiciera una vez la mujer maravillosa del ´Circo del Aire´ que pasó. Quieres ser el acto principal del adivino de ilusiones. Fascinar al público con tu danza fantástica. Esos mismos espectadores de la otra vez que se esfumaron al final de la obra y no volvieron, porque eran parte también de tu mismo sueño; de tu misma engañosa ilusión. Ahora están allí de nuevo y tú les miras. No sabes si ellos o tú están al otro lado de la vida, en el umbral del aire y del imposible. No sabes en verdad quiénes son los actores reales: si ellos o tú. Entonces danzarás y les contarás tu historia. Serán los últimos en llegar a tu función. Después volverás a quedar sola en el escenario, fascinando a las sombras con tu última danza.” (XIII) <palabrasbalaguer.facebook.com>
Abriendo el sobre del sortilegio
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