La Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) calificó a El Salvador como el país con la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, debido a las más de 66,000 capturas en el primer año del régimen de excepción.
La WOLA consideró, además, que más del 90 por ciento están detenidos por períodos prolongados bajo detención provisional y sus casos no han sido escuchados por un juez.
“Antes de que se estableciera el estado de excepción, el sistema penitenciario del país tenía capacidad para 30,000 personas. Con la avalancha de arrestos, El Salvador se ha convertido en el país con la tasa de encarcelamiento más alta del mundo y, desde entonces, ha abierto una nueva mega-cárcel llamada El Centro de Confinamiento del Terrorismo”, expresa el pronunciamiento internacional.
Bajo ese contexto, la WOLA se pronunció en contra del Estado, ya no temporal sino de largo plazo, que genera detenciones masivas arbitrarias, torturas y malos tratos, lo que también ha resultado en muertes bajo custodia: “Esto, sumado a los procesos penales irregulares, es motivo de grave preocupación”, refiere.
Para la WOLA, la suspensión de las garantías constitucionales va generando un deterioro a la democracia interna.
“El gobierno punitivo es particularmente problemático ya que ha exacerbado el rápido deterioro de la democracia en El Salvador”, recoge el informe.
El régimen es vito por la oficina internacional como medio para promover la campaña del gobierno. La WOLA identifica que el régimen desencadenó la restricción del espacio cívico, silenciar a los opositores y a los medios independientes, así como controlar el poder judicial. Todo esto aunado al vigente año pre-electoral.
Otra repercusión que reconoce es que el régimen ha llevado a la mala gestión de los fondos públicos y restricciones en el acceso a la información pública sin adherirse al debido proceso.
Llamado de alerta
La institución extranjera, ante su alarma por el deterioro de garantías democráticas y de derechos humanos por el régimen, invitó a la comunidad internacional a aplicar sanciones al Estado salvadoreño.
“La WOLA hace un llamado a la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos, a monitorear de cerca el rápido deterioro de la situación de la democracia y los derechos humanos en El Salvador, para tomar acciones cohesivas y coordinadas para promover el fin del estado de emergencia y hacer un llamado al gobierno de Bukele a comprometerse con el Estado de Derecho y la gobernabilidad”, indicaron.
La pérdida de las garantías en el país, fue también un factor que llevó a que El Salvador terminara siendo expulsado de la Alianza para las Naciones (OGP), tal como se supo ayer.
“La rescisión de la membresía de El Salvador (de la OGP) es un síntoma del deterioro de las condiciones democráticas en el país, desde la erosión de contrapesos hasta las limitaciones de las libertades civiles básicas”, dijo la copresidenta de sociedad civil del Comité Directivo de OGP, originaria de Uruguay, Anabel Cruz.
Finalmente, la WOLA advirtió: “La excepción ya no puede ser la regla”.